Considerate amigo de la tertulia si quieres, Juanplf. Es abierta. Eres bienvenido, tu post es interesante.
Veras, estoy de acuerdo contigo en todo. Hay una frase de Henry Ford, que entendia este fenomeno de vivir al dia sin pensar, es esta: "Pensar es el trabajo más duro que hay en el mundo, por eso casi nadie quiere hacerlo" (en los bares esta hoy la población viendo futbol para no pensar). Recuerdo que en los ochenta la gente era mejor, tenia inquietudes, conversaba. La partida creo que la ha ganado la televisión, metiendoles la cultura del consumismo y la superficialidad. Que pena.
He pensado mucho yo tambien el tema de las pensiones. Las publicas las considero insostenibles, simplemente un sistema piramidal como es la Seguridad Social, no da para mantenerlo, por la caida de la natalidad y el emplo. Eso es matematico, no tiene duda. No creo que se pueda contar con ayuda del Estado desde el momento en que esta quebrado y no puede ni mantenerse a si mismo sin ayuda de Merkel. Solo contaras con tu patrimonio privado, y eso con suerte, de que lo agrandes y conserves. Yo tengo un plan de capitalizacion privada estilo Usa, no estoy en la Seguridad Social. Aun así pese a la solvencia contrastada de la gestora, prefiero considerar que no tendre pensión (si llego a la edad, que ya es mucho), y me aferro a la idea de la autosuficiencia . Es quizas duro, y demasiado conservador, pero Graham nos enseño que las alegrias se pagan y es mejor hacer calculos conservadores. Cuando esto vuelva a suceder (ya sucedió en el pasado), podriamos librar de esa cruel suerte:
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"Siempre había gente que quedaría al margen de los seguros, porque eran demasiado pobres o demasiado irresponsables, para AHORRAR EN PREVISION DE LAS VACAS FLACAS. Su sino resultaba especialmente DOLOROSO: la dependencia de la caridad privada o el austero régimen del asilo público para pobres. En el gran asilo de Marylebone, situado en la londinense calle de Northumberland, el número de pobres “que son cojos, inválidos, viejos, y ciegos”, llegaba a ser hasta de 1.900 en los malos tiempos . Cuando el clima era riguroso, el trabajo escaso, y la comida cara, hombres y mujeres “temporales” (como se les llamaba) se sometían voluntariamente a un régimen cuasi carcelario. Tal como lo describe el Ilustrated London News de 1.867:
“En el asilo, se lavan con abundante agua caliente y fría y jabón y reciben seis onzas de pan y una pinta de gachas para cenar, después les quitan la ropa para lavarla y fumigarla, se les proporcionan calientes camisas de dormir de lana y se les envía a la cama. Los lectores de las escrituras, rezan oraciones, durante toda la noche se mantiene un silencio y un orden estrictos en los dormitorios… El lecho consiste en un colchón relleno de fibra de coco, una almohada de borra, y un par de mantas. A las seis en punto de la mañana en verano y a las siete en invierno, se les despierta, y se les ordena ponerse a trabajar. A las mujeres las ponen a limpiar salas, o a recoger estopa, a los hombres a picar piedra, pero a nadie se le retiene más de cuatro horas después del desayuno, que es de la misma clase y cantidad que su cena. Si alguno está enfermo, lo atiende el médico del asilo, si esta demasiado enfermo para desplazarse, se le ingresa en la enfermería”. “El triunfo del dinero. De como las finanzas mueven el mundo”. Niall Ferguson (2.011. Ciro Ediciones).
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Esa era la realidad que ocultaba el agonizante estado del "bienestar". Para la población, lo que más le ilusiona en su vida es creer en los dos dogmas de fe que les han ensañado: "Papa Estado se ocupara de todos tus problemas" y "El dinero crece en los árboles" , a cambio de que seas buen chico y votes a Pepin, claro. El tema es serio. Saludos cordiales