Por debajo de tus posibilidades (respuesta a Francisco Pastor) [10 razones para alegrarse cuando te despiden]
20/01/2012
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El 17 de enero aparecía en El País una carta al director, o algo así, titulada "Por encima de las posibilidades ¿de quién?" remitida por Francisco Pastor que trabaja en I+D en algún sitio indeterminado. Francisco, se queja de que va a perder el empleo. Me solidarizo con él; debe de ser un trauma que aquéllos acostumbrados a que "su amo" les sirva su platillo de comida cada mes, de repente se lo retiren.
Francisco, dejemos las cosas claras de antemano para que sepas con quien hablas: yo no he hecho bajar las bolsas o los mercados, de hecho soy alcista desde hace mucho tiempo; no he inflado la economía y tampoco sé como se hace; no he especulado con la vivienda y tampoco he pedido ninguna hipoteca, de hecho, sería lo último que haría en mi vida. Tampoco he organizado carreras de coches ya que no tengo coche ni me interesan las carreras. Tampoco tengo yate ni me interesa la Copa América. Y, por supuesto, no he ido al Palau de las Arts aunque me gustaría y no termino de comprender cual es tu problema con el Palau o las Arts, aunque seguro que tienes una buena razón para nombrarlo. Tampoco he deteriorado la escuela pública mientras muchos de mis amigos pedían subvenciones falsas y, por supuesto, no he despilfarrado la sanidad pública porque no la uso a pesar de que pago por ella. Desde luego, al igual que tú, yo no provoco déficit al Estado, o no lo provoco en mayor medida que los demás y, en todo caso, el Estado tiene un déficit conmigo o así lo siento. Y, por supuesto, no conozco a Moody´s, Fitch o S&P. De hecho, aunque no las conozco, no quiero conocerlas porque me parecen instituciones equivocadas y frutos de la intervención del gobierno estadounidense en la economía en el año 1970.
Es curioso que compartamos tanto y a la vez pensemos de forma muy diferente. Tú dices que hay gente que ha vivido por encima de sus posibilidades y, que son ellos, "quienes han de pagar". Tengo que reconocer que no te falta buena parte de razón. Pero ahí es donde acaba mi alineamiento contigo. En realidad, mi pensamiento no es que el punto a destacar sea que los demás hayan vivido por encima de sus posibilidades, sino que tu has vivido por debajo de las tuyas de forma sistemática. Déjame que me explique.
Admiro que te hayas esforzado desde niño en aprender y en sacar buenas notas, así como tu esfuerzo en la universidad o en tus trabajos. También admiro que hayas sido una persona lo suficiente razonable para nunca gastarte el dinero en un coche caro o en algo que estaba por encima de tus posibilidades. Sin embargo, me sorprende que te quejes de que te vayas a quedar sin trabajo ya que creo que tener un trabajo o ser asalariado es un error de bulto por las siguientes razones:
1. Tener un trabajo es la peor forma para ganarse la vida. Ser asalariado significa exactamente intercambiar tu tiempo por dinero y, como el tiempo es limitado, tu beneficio también lo es. Sí, lo sé, toda la vida nos han contado que trabajar es una buena opción, pero que eso sea lo que la mayoría opina, no significa que tenga que ser cierto. La gente que razona bien, entiende que se puede generar beneficios mientras se duerme o se está de vacaciones. A nadie le importa el tiempo que trabajas, solo importa el valor que aportas aunque fuera que solo trabajases 4 horas a la semana. Sin embargo, tu has elegido una forma de esclavitud en el que intercambias tu limitadísimo tiempo en esta vida, a cambio de un salario al final de mes. ¿Qué diferencia hay entre eso y un esclavo de un patricio romano en el siglo I? Yo no la veo.
2. Tener un trabajo limita tus posibilidades de adquirir experiencia. Muchas gente busca un trabajo para "adquirir experiencia". Eso, hasta cierto punto, es cierto. Pero muy pronto esa supuesta adquisición de experiencia se convierte en repetir una y otra vez ese conocimiento que al final queda en una experiencia limitada repetida hasta la saciedad. Al principio, en tu nuevo trabajo, sueles aprender mucho pero, muy pronto en el tiempo, dejas de adquirir más experiencia y lo único que haces es comerciar tu tiempo a cambio de un salario.
3. Tener un trabajo es dejarse domesticar para toda la vida. Acceder a un trabajo es como entrar en un programa de domesticación humana. Al final de todo, lo que haces es aprender a ser una buena mascota. Mira a tu alrededor, ¿qué es lo que ves?, ¿estás viviendo de forma libre o enjaulado como un animal sin consciencia?, ¿cómo te han domesticado?, ¿tú dueño te da un premio cuando te portas bien? ¿y te castiga cuando eres un mal chico?,¿cuando trabajas tienes libertad o solo haces lo que te dicen como si fueras un animal? Los hombres no están hechos para funcionar así, por tanto, trabajar o cambiar tu tiempo por dinero es antinatural.
4. Es el ingreso con mayor "mordida" de todos. Cuando un estado filofascista como el que tenemos quiere dinero, lo primero que hace es aumentar la "mordida" a las rentas del trabajo. Si ganas bien, el Estado se puede llevar la mitad de lo que te mereces por tu esfuerzo. Es más, se puede decir que entre lo que pagas por el IRFP y lo que tu empleador paga en impuestos, al final del mes solo recibes una tercera parte del valor que generas. ¡Qué generoso eres! ¿Por qué no empiezas a pensar en ti mismo y te sacudes de una vez el yugo del esclavo?
5. Tener un trabajo supone demasiado riesgo. Lo sé, lo sé. Todas las madres de este país quieren que su hijo haga unas oposiciones (si puede ser, después de sacar notazas en la universidad y antes de casarse para así cumplir con el ciclo vital del buen español). Toda la vida nos han dicho que tener un trabajo, en contraposición a otras opciones, es lo seguro. ¿Negocios? ¡demasiado arriesgado!, ¿hacerlo por tu cuenta? ¡locura! Pero todo esto es mentira y es fruto del condicionamiento social. Lo que todo el mundo -o la mayoría- en este país cree que es verdad, en realidad es una gran mentira. Tener un trabajo es demasiado arriesgado ya que al tenerlo te sitúas en una posición de clara indefensión. Solo dos palabras separan tu puesto en tu seguro trabajo a estar de patitas en la calle: "estás despedido". ¿Ésto te parece seguro? ¿Es razonable que tus ingresos vengan de una solo fuente (un amo) en vez de tener ingresos de varias fuentes? (principio de diversificación). La idea de que un empleo es "algo seguro" es simplemente estúpido, pero los amos están muy interesados en que la gente piense así para mantener el control. Si te sitúas en esa posición de indefensión, no tienes ningún tipo de seguridad. Solo tomando el control de tu vida, obtendrás algo de seguridad. Siendo un empleado, por definición, estás lo más lejos posible de estar en una situación de control. Eres el último mono en la estructura y a nadie le importas. Se podría decir que la opción de trabajar para otro es parecido a ir al casino a jugar a la ruleta. ¡Deja de ser un jugador!
6. Buscar un trabajo es como un cordero que busca que le pongan una correa. En el mundo de las personas libres, cuando te encuentras con un idiota simplemente le dices adiós y te libras de ese alguien. En cambio, cuando encuentras un trabajo y tu jefe es un imbécil, lo único que puedes decir es "lo siento jefe". ¿De verdad vale la pena? !Beeeeeeeee! [onomatopeya del balido de una oveja]
7. Cuando tienes un trabajo y quieres más dinero, tienes que mendigar. Si en tu trabajo lo estás haciendo bien y quieres un aumento que, a todas luces te mereces, tienes que ir a tu jefe mostrando un comportamiento similar al de un niño pequeño cuando le pide algo a sus padres. En realidad en el trabajo es peor y la actitud que hay que mostrar es la de un mendigo. ¿De verdad te sientes a gusto cuando tu amo te da unas cuantas galletitas más? En el mundo de las personas libres cuando alguien te dice "no", tú simplemente dices "siguiente".
8. Tener un trabajo limita tu experiencia social. Mucha gente convierte su ámbito de trabajo en todo o casi todo su ámbito social. Este incesto social acaba matando tu cerebro. Al final del día, solo acabas hablando de lo que hizo el director de desarrollo o cotilleando sobre quien se acostó con quien para subir de posición o lo que es peor, preguntándote quién de tus amigos gasta tantas grapas. Vale, vale, tal vez estoy exagerando, pero al trabajar mucha gente también adquiere su único ambiente social y cuando un esclavo es vendido a otro dueño, sueles perder un amigo.
9. Tener un trabajo es perder la libertad. Cuesta mucho convertir un ser humano en un buen empleado. Primero tienen que domesticarte y eliminar tu libre albedrío. Algo así como lobotomizarte hasta que creas que ese trabajo es lo mejor que te ha pasado en tu vida. El proceso de domesticación siempre empieza dándote un pesado manual de reglas y procedimientos sin sentido. Esas reglas y procedimientos no sirven para nada, solo es un método en el que, mediante la entrega de una guía de comportamiento, intentan mantenerte disciplinado y a la vez tener una excusa para poder despedirte arbitrariamente en base a alguna de las 500 normas de la compañía cuando a tu amo más le convenga. Al final del proceso, tu amo te habrá enseñado cómo vestir, cómo hablar o incluso cómo pensar. Una vez leído el manual y aceptadas las reglas, has perdido tu identidad y has dejado de ser un humano único y libre para convertirte en un robot.
10. Tener un trabajo te convierte en un cobarde y un quejica. Al final, en el proceso de dejar de ser un hombre o mujer libre y depositar el control de tu vida en las manos de otro, te conviertes en un llorón que siempre echa las culpas de los problemas de tu vida a los demás. ¿Qué eres despedido? ¡La culpa es del amo por supuesto! Tu eres "bueno y sabio" y ¡qué a gusto te quedas al culpar a los demás! Si fueras tu propio jefe ese tipo de reproches no existirían y por definición dejarías de ser un quejica. Pero hay que ser demasiado valiente para tomar el control y una vez que te dejas atrapar por el dogma y por el sistema, te has convertido en un cobarde incapaz de llevar la iniciativa. Si en un momento dado no puedes decirle a tu jefe "eres un capullo" por miedo a ser despedido, entonces, estás perdiendo tu vida. No eres libre, solo un cobarde, un quejica y parte de la propiedad de tu amo.
Francisco, entiéndeme lo que te quiero decir. No me estoy metiendo contigo y has de disculpar el estilo con que me expreso. Al revés, quiero mostrarte como lo veo yo y explicarte que el buen camino siempre es el camino de la autorealización y la libertad absoluta. Sé que en primer lugar te puedes poner a la defensiva tras leer éste decálogo de razones por las que nunca debiste tomar ese trabajo o 10 razones por las que debes alegrarte ante la eventualidad de ser despedido. Que te pongas a la defensiva y rechaces enérgicamente mis palabras, es producto del condicionamiento social al que has sido sometido desde que naciste. Si en algún momento te enfurecen, eso es positivo porque significa que hay mucho de verdad en mis palabras. Hay conexión emocional y te he recordado algo que tu ya sabes desde hace mucho, pero que los amos del sistema han conseguido hacerte olvidar.
En definitiva, lo que intento expresar es que hay muchas maneras de obtener ingresos y todas esas formas óptimas pasan por no tener un trabajo. Se trata de que nos centremos en crear valor independientemente del tiempo que nos tome, de diversificar nuestras vías de supervivencias y de siempre mantener el mayor control sobre nuestras vidas (Dios mediante).
El producto interior bruto de España es de más o menos un billón de euros. Deja de quejarte, toma la iniciativa, saca tu lengua y lame un poco de ese río de riqueza que nos rodea.
La cuestión no es que muchos hayan vivido por encima de sus posibilidades. Eso es verdad pero secundario, esos otras personas están fuera de tu control. Lo que importa es que tu vives por debajo de tus posibilidades, muy por debajo de tu potencial.
¡Despierta
http://www.ferrerinvest.com/1/post/2012/01/por-debajo-de-tus-posibilidades-respuesta-a-francisco-pastor-10-razones-para-alegrarse-cuando-te-despiden.html