La nueva Repsol (REP) sin YPF

Si además consigue sacar algo de partida de los eléctricos, como recarga en estaciones igual viene hasta bien

La ingenuidad que desata el coche eléctrico
me recuerda a mi sobrino Dani
de tres años cuando ve una moto de
50cc con una cesta de frutas atada de alforja,
y dice: vaya motaca. He escuchado
a algún prócer de la gestión diciendo que
no va a volver a tener en cartera una sola
petrolera porque no sabe a qué se van a
dedicar los próximos años. Y yo le diría...
Pues a lo mismo. Se van a dedicar a lo mismo.
¿O es que piensa que en unas décadas
el mundo entero será Car2go y van a
desaparecer las carreteras sin asfaltar o los
desiertos de piedras en las que toyotas de
metal corroído van a enchufarse cada 400
kilómetros en las palmeras de los oasis?
Tendemos a pensar que el uso del coche
es urbano. Y nuestra capacidad de proyectar
ha hecho desaparecer el concepto que
de verdad se está imponiendo... los motores
híbridos, en un mercado de indiscutible
crecimiento de las matriculaciones. En
esto último parece que podemos estar de
acuerdo: los coches consumirán menos pero
habrá más depósitos que llenar.
En el mundo se venderán en los próximos
año entre 80 y 100 millones de automóviles,
en función de cómo evolucione la
economía, y una cuarta parte de los mismos
rodarán por China. Y de esta cifra, el
apple de la automoción, Tesla, contará con
una cuota del 0,1 por ciento. Con suerte, y
aprovechando el elemento diferencial con
el que arrancó Tesla, se quedará con algún
punto porcentual de la tarta de la automoción,
pero no provocará una conversión del
mercado de petroleras hacia eléctricas, como
no se impondrá con su tecnología a la
industria de la automoción actual. El consejero
delegado de una eléctrica reconoce
que la conversión es algo que puede ocurrir
o no, pero no en las próximas décadas.
Si quisiéramos cumplir con el estricto
objetivo establecido por los principales líderes
mundiales en el acuerdo de París –un
limite en el aumento de la temperatura global–,
los últimos vehículos con motor de
combustión interna puede que se vendan
en el año 2035, y la gasolina o el diésel deberían
desaparecer de las carreteras en el
año 2050. Para lograr el objetivo, la mitad
de los vehículos deberían ser eléctricos a
mediados de siglo. Una retahíla que a mí
me suena a conseguir la desaparición de
la desigualdad en el mundo. Para lograr la
paz mundial por la vía del ecologismo deberíamos
empezar por no hacer trampas
en el solitario. Desde la fabricación hasta
su desguace, un coche de combustión interna
emite el mismo nivel de dióxido de
carbono que uno eléctrico en Alemania,
donde el carbón ya ha alcanzando casi la
mitad de la generación eléctrica. Como las
nucleares están denostadas y las energías
limpias están limitadas no es descartable
sustituir el carbón por centrales de ciclo
combinado, que reducen una tercera parte
de su emisión de CO2.

articulo de joaquin gomez en el economista dia 29

Gracias por épico artículo. Despeja muchas dudas.

hoy marcha bien la petrolera

Esta noche inventarios API, veremos si esta caída en el crudo es porque ya hay quien se huele malas noticias...

Firmo acabar la semana consolidando los 14€

Parece que se desinfla el petroleo a esta hora

Ya se lo olían jeje... Inventarios API: han encontrado los barriles que perdieron la semana pasada...

Pero aun asi son buenos. Los destilados vuelan