Intervención, Rescate o fracaso. BANKIA
El 11 de julio de 2011, el Banco de España se congratulaba que la banca española hubiera superado el test de stress del sistema financiero europeo, una prueba que medía la resistencia de nuestros bancos en el peor de los escenarios. De hecho, 5 de las 25 entidades (Banco Pastor, Caja Mediterráneo, Caja3, Unnim y Catalunya Caixa) lo suspendieron, pero el Banco de España teniendo en cuenta otros instrumentos de capital no incluidos en el test, estimó que no era necesario más capital.
Lo que calificó la entonces ministra de Economía, Elena Salgado, como "excelente resultado" ha acabado tras menos de un año con una petición de 100.000 millones de euros, y todo ello después de que se aumentaran los requisitos de provisiones dos veces. ¿Cómo ha sido esto posible? O las entidades informaron incorrectamente de la composición de sus balances o la medida del riesgo era incorrecta.
Presumiblemente fallaron los dos. El Banco de España ha sido demasiado "benévolo" con la consideración de los activos de los bancos. Como se ha demostrado, buena parte de ellos son incobrables y tenían que estar dotados al 100%, pero también hay muchos créditos que aun estando al día tenían un enorme riesgo de impago con una situación económica tan grave como la actual y no se estimaron. Estas consideraciones no se tuvieron en cuenta, se siguió con unos criterios benévolos, que las entidades aplicaban a rajatabla.
Es decir, los bancos aplicaron escasamente el criterio contable de "prudencia" y en muy escasas ocasiones realizaron provisiones extras teniendo en cuenta cual era la situación actual de sus balances. Así, entidades hoy intervenidas, estuvieron dando beneficios hasta que la situación se hizo insostenible, especialmente con el primer cambio en la política de provisiones.
El estallido de Bankia
Pero desde luego, el desencadenante ha sido Bankia. La solución de aglutinar diferentes cajas con problemas, fundamentalmente Caja Madrid y Bancaja, fue una idea desesperada creada con el beneplácito de las entidades, el poder político y el supervisor. El fracaso, comenzó desde el principio, cuando la salida a bolsa se hizo de forma forzada, por debajo de los precios que se barajaban necesarios para que la inyección de capital fuera exitosa.
Hacerlo por debajo del precio, fue un inconveniente para los accionistas más que una ventaja, menos dinero captara Bankia, menores opciones tenía para recapitalizarse, como así ha sido. Queda pendiente saber si antes de su salida a Bolsa que ha costado a muchos accionistas perder el 75% de lo invertido, ya había señales suficientes para ni siquiera lanzar esta operación.
La lección ha sido tan dura, que han tenido que venir dos auditores extranjeros para evaluar las necesidades de nuestros bancos. Reconstruir la confianza del Banco de España, va a ser una tarea muy dura y un gran reto para el nuevo gobernador, Luis María Linde. Un sistema financiero fuerte, necesita del papel de un supervisor para evitar todos los errores pasados.
Fuente: Iahorro.com