Popular tiene un reto por delante. Necesita aumentar su capital en varios miles de millones de aquí a diciembre para no caer bajo las redes del Estado y recibir una inyección de dinero público. Su primer movimiento ha sido contundente: una ampliación de capital para recaudar 2.500 millones de euros. Y para conseguirlo el caramelo que tendrá que poner a disposición de los accionistas para que acudan a ella también tiene que ser contundente.
Y será mucho mayor de lo previsto. Según la documentación remitida por Banco Popular a la CNMV, el objetivo es vender un máximo de 6.250 millones de acciones. Puesto que quiere recaudar 2.500 millones de euros, la conclusión es que las venderá a 0,40 euros por acción. Esto supone un descuento del 73% sobre la cotización actual y supondrá una dilución del 75% para los actuales accionistas, ya que el banco pasará a tener 8.297 millones de títulos. Eso sí, es la parte más precavida del rango. Popular ha querido cubrirse las espaldas y anunciar el peor escenario. El precio de la ampliación de capital puede variar y ser algo más alto, lo que disminuirá el número de acciones a vender. Lo que se ha puesto ahora es un suelo.
En estos momentos, la entidad se encuentra en proceso de negociación con diferentes firmas del sector bancario con las que intentará consensuar un número menor de acciones y un descuento en precio menos demoledor.
Porque se trata de un suelo muy bajo. Hasta ahora, la referencia para Popular era Banco Sabadell, pero el descuento de su ampliación (del 40%) se queda muy lejos del que ahora propone Popular.
La consultora Oliver Wyman detectó unas necesidades de capital de 3.223 millones en Popular, que cargaba con la absorción a pulmón de Banco Pastor. La factura dio al traste con el proyecto de unión con BMN, que cuentan a su vez con un agujero de unos 2.208 millones de euros.
La entidad debe presentar esta semana ante el Banco de España su plan de recapitalización, en el que la ampliación de capital será un pilar fundamental de la estrategia. Del éxito que logre la firma en su búsqueda de capital ante el mercado dependerá su futuro en solitario. Si el banco no es capaz de reducir sus necesidades de capital, su futuro pasaría por la recapitalización con fondos europeos acompañada de un plan de reestructuración de la firma liderado por el FROB, que tendría vía libre para relevar a la cúpula, por ejemplo.
Si la operación sale adelante, como prevé la entidad, la firma podría sustentar su recuperación en esta ampliación de capital y en su programa de venta de activos. Un plan que podría evitarle solicitar ayudas públicas o que limitaría estas a una inyección temporal de instrumentos convertibles (cocos) a devolver a mediados del próximo año.
http://www.cincodias.com/articulo/mercados/popular-vendera-acciones-descuento-73/20121008cdscdsmer_8/