El más escandaloso fue el despido de la responsable del tallerón, que consiguió llevarse un pastizal gracias al apoyo de Fernando López. ¿Qué le habrá contado a los de enfrente para que la fichasen?. Ahora se peleará con Sara para ver quién lleva los tacones más altos.
A López la jugada suya le salió peor porque aparecieron muchas facturas difíciles de justificar.
Yo creo (me atrevería a asegurarlo) que a Outeiral y Seoane se les despidió coincidiendo con la llegada de Herrero; pero con la decisión ya tomada anteriormente. CREO que el equipo de Herrero se limitó a instrumentalizar algo ya acordado.
Es de suponer que con la llegada de los supersacyres, la gestión de compras pasen a controlarla ellos.