Duro Felguera

Se puede decir más alto, pero NO más claro. 
Reconozco que no he mirado los resultados publicados ayer, pero es que tampoco los voy a mirar. No me hace falta para saber que se siguen publicando CUENTOS y se sigue sin hacer las CUENTAS de verdad. Cuatro dimisiones en un Consejo de Administración en menos de un mes, dos de ellas tras publicar los calificados como buenos resultados por algunos (los de siempre claro...). Es INVEROSÍMIL que esto siga abierto (no digo activo), salvo que se esté supuestamente ocultando, el mayor agujero que uno se pueda imaginar. Al final, todo sale y la verdad prevalece, lo que sucede, es que se llevará a muchos incautos, proveedores y empleados por delante. Y todo mientras el tiempo pasa, pues ese es el objetivo de los resultados publicados, que pase el tiempo, que prescriban las responsabilidad y que la amnesia rápida y colectiva de todos, blanquee el mayor desastre laboral de la historia de Asturias y sus verdaderos responsables pasen a una feliz jubilación.

En la casa hay pánico.
Dicen desde la segunda que le han pedido a Atila qe se vaya; pero se niega y lo bancos con él dentro no quieren hacer nada

con Orihuela dentro no hay nada que hablar con los bancos.
Dice que sabe más él que ellos

Ercyo está imbuido por el espíritu de PTSI.
Pokemta, ¿te acuerdas de Juan C., aquel grandón que vivía de la amenaza? , pues eso.

Hasta que no se vaya Atila, los bancos no dirán ni harán nada.

Creo que eres demasiado optimista. Por supuesto que es mejor ganar algo y un ebitda positivo lo que pasa es que está todo muy influenciado por los ingresos extraordinarios y ese ebitda está muy cogido con pinzas. A nada que provisionen posibles pérdidas en proyectos o que algún cliente ejecute avales o que un juicio te salga mal se va todo al garete.  
Lo de tener numeros verdes es bueno pero a la fecha no vale. Se necesitan años completos y lo que hoy miran los posibles clientes es :  2015, 2016, 2017 y 2018 en rojo. 

La realidad es que los bancos quieren ver un socio industrial, lo demás es chau chau.

Ya pasó una vez. La mentira tiene las patas muy cortas.