Desgraciadamente, estoy tan de acuerdo que no cambiaría ni una palabra.
En el mejor de los casos, el chicle estirará un poco más. Con la venta del 20% de DF Rail, la participación de Ausenco, Epicom, algún nuevo acuerdo de resolución de contrato y venta de edificios al dos por uno. Pero se tiene que dar muy bien la cosa para que todo eso se produzca, y no vuelvan a entrar en causa de disolución a cierre de ejercicio. El problema es que no ganan dinero con su objeto social, no tienen la confianza de la banca y los clientes..., los clientes quieren terminar sus proyectos en los plazos previstos porque les va dinero de su negocio en ello.
Hay que decir que han tenido mucha suerte con los proveedores, con la banca, con los empleados y con los clientes. Unos por no llevarles a concurso necesario, otros por la restructuración de la deuda, otros por no salir a la calle a protestar, (si acaso a fumar y susurrar algo), y los últimos por no ejecutar avales y seguir dándoles vidilla a ver si les terminan la obra (135 millones de euros contabilizados como anticipos para una cartera de 667,9 millones de euros, 20,21% anticipado).
Es como un bizcocho dopado de levadura, justo antes de que alguien abra el horno.