Al que llamáis Atila habrá que juzgarlo cuando se publiquen las cuentas auditadas.
En SACYR lo valoraron después de dejar en sus manos una delas obras de ingeniería más grandes jamás contratada y lo pusieron en la calle.
Lo único que sabe decir es que el EBITDA ha vuelto a ser positivo.
Sr. Orihuela, el papel lo soporta todo y es muy fácil encubrir situaciones críticas (cada vez más) que acabarán volviéndose contra Ud y su equipo.
¿Por qué no cuenta los motivos reales de las últimas salidas de los consejeros?
¿Sabe la banca las condiciones en las que se contrataron los avales de Petacalco?
¿Por qué DF no está pagando regularmente a los proveedores?
La culpa no es sólo de él, sus antecesores también tienen su culpa, probablemente más que él; pero su gestión en D de Negocio es nula. Se cargó algunos agentes que podían resultar tóxicos (totalmente de acuerdo) y, de paso, encargó a su protegido Peña que se cargara al resto. Después lo echó o se fue y ahora está en el mundo inmobiliario de Madrid. Me pregunto si gestionando los inmuebles de DF.
En la casa ya no queda nadie de los que aportaban valor y si ahora aparece algún inversor real (no un lechero) querrá el cascarón; pero sin tripulantes.
García Laza tuvo la oportunidad de lucirse y no hizo nada. Sólo contar mentiras.
Herrero entró en pánico y pidió la rebaja de responsabilidades.
Camino Sánchez le dio la puntilla a Oil & Gas.
Roberto Pérez sabe de riesgos tanto como yo de física cuántica. Estaría mejor al frente de ingeniería.
Aquí, en Madrid, vas a reuniones donde antes la mera presencia de DF ya suponía un dolor de cabeza para la competencia y ahora el sector - mucho más caritativo de lo que yo creía - trata de dar algún alcance curioso a DF por solidaridad.
A Navidad llega, a Semana Santa de 2020, ni hartos de vino.
El cambio de rumbo, incluso siendo inmediato, ya llega tarde.