Es distinto hablar de inversión que invertir. Normalmente los accionistas que tienen una horizonte largoplacista saben que la cotización no refleja el verdadero "valor" de una empresa, pues pueden influir desde movimientos que obedecen a una máxima especulación, como movimientos que son consecuencia del exceso de estímulos a la inversión y dinero gratis, que ahora se va a corregir, por fuerza.
Curiosamente, y no lo digo yo, sino quienes más saben de value investing, filosofía que me parece la más acertada a la hora de invertir, (AzValor, Magallanes, Horos, Cobas etc) el momento actual, con alta inflación y la necesaria subida de tipos que ello conlleva, será muy importante invertir en compañías que tengan verdadero potencial y que estén infravaloradas.
No pudiendo negar que en MDF debemos mejorar en prácticamente todos los indicadores que hay que tener en cuenta al analizar una empresa con las cuentas publicadas, tampoco resultaría acertado a mi juicio no tener en cuenta dos factores, primero, de dónde venimos (pésima gestión y rescate) y, segundo, hacia dónde queremos ir (incremento de contratación y de facturación (que no es lo mismo) adecuado dimensionamiento de los recursos humanos a la actividad de la empresa, mejora de la gestión y creación de valor para el accionista. Pero para cualquiera que se pregunte si nuestra empresa "vale" lo que "cotiza" (esto es su precio o capitalización bursatil) mi respuesta es No. Pues una empresa no son sólo los resultados inmediatos (pues no deja de ser una fotografía estática, como los balances de los bancos antes de la crisis Subprime), una empresa es además su posicionamiento de marca, la existencia de barreras que hagan difícil entrar en ese sector y que disminuyan la competencia (y por ende las posibilidades de adjudicarse contratos), la capacitación técnica, la experiencia en proyectos, el talento de la plantilla, la honestidad del Consejo, y tantas y tantas cosas que en absoluto se reflejan en el precio. (Recordemos que sólo el necio confunde valor y precio).