El gato Orlando consigue más beneficios invirtiendo en Bolsa que un grupo de profesionales
Ni técnicos ni fundamentales, el secreto era un gato!
¿Si tuvieran que invertir sus ahorros, recurrirían a un profesional de la Bolsa o al azar?Un experimento llevado a cabo durante todo el 2012 en Gran Bretaña ha dado lugar a unas conclusiones cuanto menos sorprendentes:
El desafío que se quiso plantear es demostrar si la experiencia de los inversores profesionales garantiza el éxito en las operaciones de Bolsa o por el contrario el azar puede llegar a lograr mejores resultados. El experimento se llevó a cabo durante todo el 2012, se enfrentaron tres inversores profesionales de Killick & Co junto con la inversora de fondos de Schroders Andy Brough a un grupo de estudiantes de la Escuela John Warner en Hoddesdon Hertfordshire y a un gato llamado Orlando.
A cada uno de los tres grupos se les dio al comienzo 5.000 libras para invertir en cinco empresas del FTSE All-Share, este dinero se podía ir cambiando de empresas cada tres meses. El felino eligió sus empresas tirando un "ratón de juguete" a unos números que tenían asociados cada una de las empresas del índice.
Hasta septiembre el estudio no ofreció ningún resultado sorprendente, los profesionales por ese entonces sumaban unos beneficios de £497 frente a las £292 de Orlando, pero en el último trimestre el gato Orlando comenzó un camino de éxito y terminé el año aumentando en un promedio de 4,2% su capital inicial, mientras los profesionales sólo lograron incrementarlo en £176 libres mientras que los estudiantes cerraron el ejercicio con pérdidas al recoger sólo 4.840 libras.
El resultado refuerza la "hipótesis del paseo aleatorio", popularizada en el libro del economista Burton Malkiel.
El gato Orlando consigue más beneficios invirtiendo en Bolsa que un grupo de profesionales