Re: Carbures Europe
Uría Menéndez entregará esta semana a PwC el informe jurídico sobre Carbures
01/12/2014
- Han transcurrido más de siete semanas desde que fue suspendida de cotización. El plazo mínimo que había estimado PwC para emitir una auditoría definitiva sobre las cuentas de Carbures era de seis semanas
Carbures fue suspendida de cotización el pasado 8 de octubre por las dudas expresadas por PwC en la auditoria de los estados financieros de 2013 y 2012, así como por la información financiera del primer semestre de 2014 que la propia compañía había encargado para su próximo salto al mercado continuo -hasta ahora cotizaba en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)-.
Dos días después, el 10 de octubre, el fabricante de estructuras de fibras de carbono comunicó al mercado que la auditora requeriría de "al menos seis semanas" para culminar el examen de sus cuentas y de la forma en que contabilizó contratos con tres empresas que la firma andaluza considera "terceros" y que PwC pone en entredicho, así como la imputación de 19,6 millones de euros de ingresos en los primeros seis meses del año por un contrato con la china Shenyan Hengrui del que no informó hasta el 1 de julio y que oficialmente no rubricó, con la presencia de Mariano Rajoy, hasta el 25 de septiembre. Para aclarar todas las dudas emitidas por PwC, Carbures solicitó igualmente "un informe jurídico independiente" al despacho de abogados Uría Menéndez.
Pues bien, el plazo mínimo que estimó PwC de seis semanas se ha superado ampliamente. Ya han transcurrido más de siete semanas. Según fuentes conocedoras de la situación, PwC recibirá a lo largo de esta semana el informe de Uría Menéndez, por lo que aún habrá que esperar unos días más para cerrar la auditoría. Entretanto, los accionistas de Carbures, cuyo valor en Bolsa superaba los 400 millones de euros, siguen pendientes de una resolución tras casi dos meses con sus títulos suspendidos de cotización.
El futuro de Carbures está, por tanto, a expensas del resultado de la auditoría de PwC, aunque, tanto si se refrendan las sospechas como si las rectifica -o suaviza-, el daño para la compañía ya ha sido enorme. Porque a los más de dos meses que estará suspendida en Bolsa, se suma la parálisis que ha sufrido en algunos frentes clave para su futuro, como la negociación de un crédito que tenía en marcha con las entidades financieras, el salto al mercado continuo que preveía para el mes de noviembre y, en consecuencia, el desarrollo del plan estratégico que anunció el pasado mes de marzo.
Además, 12 días después de saltar un escándalo en MAB, Carbures precipitó la salida de varios de los directivos del grupo. Así, designó a José María Tarragó, hasta entonces vicepresidente operativo, como nuevo consejero delegado, en sustitución del fundador y primer accionista Rafael Contreras, quien a su vez pasaba a ocupar la presidencia no ejecutiva en lugar de Carlos Guillén. Asimismo, apartó a Juan Juárez, uno de los accionistas principales, de sus funciones como vicepresidente económico y anunció la intención de contratar a un director financiero que aún hoy no ha concretado.
PwC mantiene el foco en las dos cuestiones que ya puso en duda hace dos meses. De un lado, los apuntes contables que Carbures Europa atribuía a tres empresas ajenas al grupo, que según la propia compañía antes formaban parte de su clúster tecnológico pero que desde 2007 no tienen vinculación empresarial societaria con la multinacional, con la que sólo mantienen actividad industrial. Y, por otro, en la consolidación como ingresos de 19,6 millones de euros del contrato con Sehyan Hengrui, que estaba basado, como contó este diario, en una patente que no está aprobada en la Oficina Española de Patentes y Marcas.