Hola amic.
Ya me he puesto el traje de combate de nuevo. Por ahora estoy ojo avizor a ver qué se mueve en la distancia y si hay movimientos sospechosos.
Creo que es el combate final, el día de les Ambaixades. Aquí, o ganamos saliendo heridos, o perdemos la espada, el casco, la capa... con una mano delante y otra detrás, pero vivos. Algo es algo.
Sigo con la esperanza de siempre. Soy muy pacífico en la vida, por eso me recuerdan los versos de l´Ambaixador Moro para el señor Clemente Fernández: " ¡Oh! ¡ Si lograra yo con mis razones convencer al caudillo de ese adarve ! Qué premio tan magnífico obtuviera del gran... "
El poder de las palabras, el poder del esfuerzo, del trabajo...
De la esperanza...