Sinceramente, hay una intención de sanear Telefónica, ahora que el Estado va a ser dueño en un porcentaje de la compañía, es indispensable que esta sea viable a largo plazo y que no siga siendo una empresa decreciente.
Una de las opciones que contemplé en su día cuando SEPI anunció su entrada al capital de TEF fue el de la entrada mediante ampliación de capital, pero claro esto presentaba varios problemas, entre ellos saltarse normas y conceptos que ponen en riesgo la inversión en España (¿qué seriedad te trasmite un país que se salta las normas del mercado y te quita el derecho de suscripción preferente en una ampliación de capital?, es decir, que te obliguen a perder porcentaje de tu participación porque el país al que pertenece así lo quiere).
2.000 millones de euros para un gobierno es "chatarrilla" y más para un gobierno como el de España, que es la cuarta economía del euro ("chatarrilla" que sale de nuestros impuestos que suben año tras año, pero "chatarrilla" a ojos del político de turno). Ahora bien, una vez sean socios de TEF, pasa a convertirse en un activo estatal y como tal van a querer "cuidarlo" de alguna manera (¿dónde si no se irán a jubilar ministros del PP y del PSOE?) y esto se va a hacer mediante contratos millonarios, tanto a nivel Estatal como autonómico (¿de qué si no Ayuso hizo el contrato con TEF en pandemia sobre los rastradores? es decir, se pagó una millonada y Telefónica apenas contrató un pequeño puñado de personas, polémica en un inicio pero, ¿quién se acuerda de eso ahora?) o por ejemplo saliendo estas noticias de "uy, que estos milloncejos de impuestos te los cobré mal, venga, te los devuelvo", en definitiva, desde órganos públicos vamos a tener noticias bastante positivas hacia TEF.
Pero si esta telenovela española no es suficientemente interesante con los juegos de poderes, llevémosla a la geopolítica y al panorama internacional. Ni Orange, ni Vodafone, ni Deutsche Telekom ni ninguna teleco europea tienen cabida en el mercado a muy largo plazo, no con las políticas regulatorias y con una competencia global que les come la tostada, tanto Estados Unidos, como China, como Latinoamérica y otros emergentes tienen telecos mucho más grandes en tamaño y con una capacidad de inversión mucho mayor, son estas y no las europeas las que desarrollarán el 6G, el 7G y otras formas de telecomunicaciones mucho más avanzadas.
Desde la UE, tarde, se han dado cuenta de la pérdida de competitividad en muchos sectores, entre ellos el que nos concierne que es el sector teleco, y claro ahora quieren crear titanes que puedan competir en un mundo global, pero aquí viene el euro-drama: con los estados en el capital social de las empresas, ¿quién dará su brazo a torcer? Por un momento pensad que Deutsche Telekom se casa con Telefónica. En ese caso, sería Alemania y no España quién tendría mayor poder sobre la empresa con todo lo que eso conlleva (sede fiscal, sede social, oficinas con empleos de alta cualificación, etc), ¿dará España su brazo a torcer? Y más ahora después de realizar esa compra porque es "estratégica" y bla bla bla. Se quieren hacer fusiones, pero... ¿cuál es el precio que quieren pagar los políticos?
En definitiva, el sector teleco europeo va a intentar resurgir mediante lo público y de forma "discreta", ¿se logrará?