El Banco Central Europeo (BCE) ha endurecido su política monetaria y los costes de financiación de las empresas lo han notado. El mercado de bonos es más caro y los bancos han subido sus precios. Pero no todas las compañías lo sufren por igual. Los grandes grupos españoles se habían preparado para ello y ahora están recogiendo los frutos.
Telefónica, Iberdrola y Redeia son las que mejor están capeando el temporal, pero también Repsol, Enagás, Naturgy y Aena han logrado parar el golpe en gran medida. Endesa se ha visto más afectada, pero aun así las protecciones que ha establecido han reducido mucho la factura frente a lo que habría podido ser.
Entre todas ellas incluso hay una compañía de las grandes del Ibex que divulgan el coste medio de su deuda que paga ahora por su pasivo menos que antes de que el BCE comenzara a subir los tipos.
Es Telefónica y cerró 2023 desembolsando un 3,8%, cuando en el segundo trimestre de 2022 (terminado solo unos días antes del primer incremento del precio oficial del dinero desde 2011) esta cifra estaba en el 4,4%.
Anclaje a tipo fijo
Son 0,6 puntos menos que se han conseguido en buena medida gracias a los derivados contratados para convertir a tipo fijo el grueso de su deuda. Telefónica se dedicó durante la era de la relajación monetaria a blindar los costes ultrabajos a los que estaba logrando la financiación, de forma que el dinero a esos precios le durara mucho tiempo y fuera inmune a los tipos de interés.
Los datos de 2023 son el resultado de ello. Mientras el BCE ha subido las tasas desde el 0% al 4,5% en año y medio, Telefónica ha abaratado su factura.
"La sólida posición a tipo de interés fijo en divisas fuertes neutraliza la subida de los tipos de interés en estas divisas", asegura la operadora. Pero ha habido más, porque Telefónica también ha utilizado estos años para gestionar su pasivo, especialmente sus bonos híbridos, de forma que los cupones de la deuda más cara se fueran minorando con sucesivas recompras y refinanciaciones.
Iberdrola ha hecho un esquema muy parecido. Es la compañía española con un mayor blindaje a tipo fijo, solo por detrás de Redeia. Tiene el 85,6% de su pasivo anclado a precios constantes y se ha beneficiado de ello.
La energética paga más por su deuda que hace año y medio, pero el incremento es de 0,6 puntos cuando el BCE ha elevado 4,5 puntos sus tasas.
Bancos centrales
Su coste está en el 4,97% considerando todo su perímetro y en el 3,76% descontando Brasil. Porque Iberdrola, al igual que Telefónica y otras grandes empresas españolas, no solo tiene que lidiar con la autoridad monetaria europea, sino con la británica, la estadounidense o la brasileña.
Este último país empieza a jugar a favor. Iberdrola llegó a pagar por su deuda un 5,08% en el primer trimestre del año pasado, pero el banco central carioca ha comenzado ya a recortar los tipos. "En Brasil, el coste de la deuda continúa bajando, mejorando en 47 puntos básicos en comparación con septiembre 2023", destaca Iberdrola.
Redeia también está viendo pasar lo peor del endurecimiento monetario con un escaso impacto en sus cuentas. Paga más que hace año y medio, pero son 70 puntos básicos de incremento frente a los 450 del BCE.
Ha trabajado para eso. Es la empresa más blindada, con el 89% de su deuda anclada a tipo fijo, y abona el 2,14% por ella, uno de los costes más bajos entre las grandes y eso que el año pasado se estrenó en los bonos híbridos, un instrumento que paga intereses mucho más altos para compensar el riesgo que conlleva.
Repsol es la cuarta compañía del grupo que ha logrado contener el incremento de su factura por debajo del punto porcentual. Suma 90 puntos básicos al coste de su deuda, aunque en su caso la comparación es con el cierre de 2021, ya que la energética solo da datos anuales de este parámetro.
Estrategia clave
Enagás está justo en los 100 puntos básicos de incremento en año y medio, mientras que Naturgy paga 1,1 puntos más y Aena, 1,3 puntos. Todas ellas tienen entre el 75% y el 80% de su deuda cubierta a tipo fijo, una estrategia que ha sido clave para protegerlas del alza de los tipos de interés.
La factura de Endesa ha aumentado más. Pasa del 1,1% al 3,2% en 18 meses y la compañía reconoce que son los tipos de interés los que han motivado el crecimiento. La energética tenía a cierre de 2023 el 71% de su deuda protegida a tasas constantes, pero ha sido la empresa más volátil con este blindaje, que llegó a caer hasta el 42% a principios del año pasado.
Pero incluso Endesa tiene un incremento muy inferior al del precio oficial del dinero y las nubes empiezan a despejarse para la financiación corporativa. Lo peor se ha visto ya, según aseguran fuentes financieras. Se esperan tres recortes de tipos del BCE este año y el mercado ya los está anticipando con menores precios en los bonos y en la factura que cobran los bancos por sus préstamos, añaden estas fuentes.
VÍAS ALTERNATIVAS PARA LOGRAR RECURSOS
Iberdrola ha sido una de las compañías más activas en la búsqueda de financiación alternativa a bajo precio. La energética tiene un plan de inversiones multimillonario y está decidida a encontrar los recursos más baratos para pagarlo.
Los bancos han sido uno de sus refugios en 2023 y no solo los tradicionales. Iberdrola ha reducido el peso de su financiación en el mercado de bonos en euros y en libras y solo lo ha aumentado ligeramente en dólares. A cambio, los bancos multilaterales y de desarrollo han elevado su cuota como prestamistas de la compañía, al igual que las entidades financieras.
A cierre de año el mercado de bonos aportaba el 47% del pasivo de Iberdrola, frente al 49,5% de doce meses atrás y el 52,5% de 2021. Los bancos de todo tipo suponen ahora el 31,6%, muy por encima del 29,8% de 2022 y más aún del 27,4% de 2021.
El movimiento no es casual. El mercado de bonos es el que más ha seguido la estela de las subidas de tipos del BCE y el que más ha encarecido su coste, mientras que los bancos comerciales han ido por detrás en el incremento de precios y han dado mejores condiciones.
Pero los que son imbatibles son los bancos multilaterales y de desarrollo, capaces de ofrecer recursos a tipos ultrabajos gracias a su elevada solvencia cuando el resto de las fuentes de dinero escalan a las alturas.
Telefónica ha optado por otras vías y se ha concentrado en la refinanciación de sus híbridos para abaratar el coste. La teleco ha lanzado recompras para hacerse con los más caros antes de tiempo, mientras que ha aprovechado los buenos momentos para cambiarlos por nuevas emisiones a tipos muy bajos.