Wall Street en situación peligrosa
El anterior texto lo colgamos el 30 se septiembre y su titular era: "Tiritas para las heridas de octubre". Lo hemos mantenido porque contenía las fechas claves por las que tendría que pasar la economía de los EEUU. Poco a poco se han ido levantando voces alertando del precipicio al que están conduciendo al país demócratas y republicanos. Desde muchas instancias se ha dicho lo que supondría la quiebra del Tesoro de EEUU: congelación del crédito, caída en picado del dólar, fuerte repunte de las tasas de interés y desplome de Wall Street.
Christine Lagarde, desde la presidencia del FMI, ya ha advertido que las consecuencias sería globales y catastróficas tanto para ellos como para el resto del mundo. Pero se confía que las diferencias entre republicanos y demócratas terminarán, como en otras ocasiones, con un acuerdo de última hora, o de últimos minutos. Lo que preocupa es que en esta ocasión la apuesta o el precio que ponen sobre la mesa es para Obama muy alto: retirar la reforma sanitaria. Y lo que preocupa a un servidor es que para los políticos el interés por mantener los escaños esté por encima del interés de los EEUU.
Hay que suponer que el sentido común, el de la responsabilidad y el patriotismo del que tanto hacen gala los norteamericanos esté por encima de los intereses de partido. Y hay que suponer que John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, no querrá que la historia le recuerde como el hombre que provocó la suspensión de pagos de su país.
La pregunta que nos tiene desconcertados es por qué Wall Street, se lo ha tomado con tanta calma. No es normal. Los mercados son viscerales. Estamos acostumbrados a que sobrereaccionen ante cualquier riesgo, sea éste potencial o real. Obama ha llegado a decir que Wal Street sufriría las consecuencias si los republicanos no dan su brazo a torcer. Y Wall Street se comporta como si estuviese desarrollando una corrección normal. No nos lo creemos. A Wall Street lo están aguantando, bien por dar una imagen de tranquilidad irreal, o bien porque las grandes carteras necesitan muchos días de mercado moderado para deshacer sus posiciones largas, sin asustar, y cambiarlas poco a poco por cortas.
Observemos al dow Jones: La reacción alcista de septiembre se agotó el 18 de ese mes tras haber alcanzado el índice la cota de los 15.709 puntos. Desde esta fecha mantiene un goteo a la baja que le ha llevado a cerrar con recortes en 11 de las últimas 14 sesiones. El pasado lunes perdió la cota de los 15.000 puntos y ayer, día 8, perforó a la baja la base del amplio canal alcista por el que se venía moviendo. No contento con esto, se llevó por delante el soporte situado en 14.800 y cerró a 14.776,5 puntos, bajando el 1,07%.
Pensamos; mejor dicho, queremos pensar, que llegarán a acuerdos en los que parezca que todos salen ganando. Pero están jugando con fuego y se les puede ir de las manos. Y si se desatara un movimiento de ventas pánico. Hasta que logren pararlo, el batacazo bursátil puede ser de órdago a la grande.
Ante este riesgo, aunque sólo sea teórico, vale la pena ir reduciendo la exposición al mercado e ir aumentando los niveles de liquidez. No se trata de salir en estampida, pero tampoco de poner mucha carne en un asado cuyo fuego no controlamos.
José A. Fdez Hódar y Carmen Ramos