Despertar es una palabra bastante adecuada. Si metaforizamos con la bella durmiente, yo tampoco acierto a saber cuál es el príncipe que la ha besado, pero lo cierto es que el volumen de hoy ha sido notable, el mayor de los últimos (casi) seis meses, aunque el gap que deja no sea precisamente de sangre azul. Lo previsible sería pensar que mañana corrija.