Hay que investigar y meterse en webs extranjeras para enterarte de las noticias, sino no hay forma.
(traducción del Google traductor)
Desarrollo de fórmulas probióticas novedosas para abordar aplicaciones de salud.
- Los probióticos se pueden usar para ayudar a tratar el síndrome del intestino irritable y el colesterol LDL alto.
30/10/2018
Los probióticos se están convirtiendo en un suplemento preferido en muchos países desarrollados. Simultáneamente, pero no inesperadamente, los líderes de opinión científica exigen más probióticos respaldados por la ciencia. La Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (ISAPP) junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Alimentos y Agricultura (FAO) describen a los probióticos como microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud al huésped. De esta definición se puede deducir que las cepas bacterianas fermentativas no tienen un impacto clínicamente comprobado en el bienestar del consumidor, no están vivas en cantidades suficientes en el producto final, o que pueden facilitar activamente la propagación de la resistencia a los antibióticos (debido a que contienen genes transmisibles de resistencia a los antibióticos) No deben considerarse probióticos.
Como la evidencia creciente indica que algunas propiedades probióticas pueden ser muy específicas de la cepa, las empresas y los investigadores están bien informados adoptar un enfoque mecánico para identificar cepas óptimas para aplicaciones de salud específicas. Dos estudios de caso de
AB-Biotics ilustran el proceso de desarrollo desde el banco de laboratorio hasta la cabecera de la cama: uno dirigido a la hipersensibilidad intestinal en el síndrome del intestino irritable (SII) y uno dirigido al colesterol y los triglicéridos en la sangre, incluida su posición entre las estrategias de tratamiento actuales
Apuntando al eje intestinal-cerebral en el SII
El SII ahora se clasifica como un trastorno del eje intestinal-cerebral, ya que abarca tanto alteraciones en el intestino (eliminación alterada de hidrógeno por la microbiota, aumento de la permeabilidad intestinal y activación inmunitaria de la mucosa) y el sistema nervioso central (redes cerebrales alteradas), dando como resultado un aumento de la sensibilidad visceral. Los medicamentos actuales se centran principalmente en un tratamiento sintomático del SII; como alternativa,
AB-Biotics exploró cómo una fórmula probiótica podría abordar las causas patológicas subyacentes en los pacientes con SII, con el objetivo de normalizar el eje intestino-cerebro mejorando la hipersensibilidad visceral subyacente. En un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, para determinar la dosis, los sujetos con SII que recibieron la fórmula de probióticos (i3.1®) mostraron una mejoría notable y significativa en la calidad de vida específica del SII (IBSQoL) contra el placebo, logrando un número necesario Tratar (NNT) de 2.6 para una buena respuesta en IBSQoL. (1)
Mejora los lípidos sanguíneos del intestino.
Los niveles elevados de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) son un factor de riesgo clave para la enfermedad cardiovascular (ECV); Los triglicéridos elevados concomitantemente aumentan aún más este riesgo. Las estrategias terapéuticas actuales exigen una reducción agresiva de los lípidos en la sangre, especialmente en pacientes con otros factores de riesgo, pero esos objetivos a menudo no se cumplen con intervenciones de estilo de vida o incluso con terapia con estatinas. Como opción,
AB-Biotics desarrolló una fórmula probiótica (AB-Life®) que podría interferir con el reciclaje de sales biliares y absorber activamente el colesterol para impactar positivamente en los lípidos séricos. Los efectos se validaron en un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, que demostró su capacidad para reducir las LDL y el colesterol total, en comparación con el placebo. (2) Es importante destacar que el probiótico también redujo significativamente los triglicéridos en comparación con el placebo. Investigaciones clínicas adicionales se han centrado en estudiar el efecto del probiótico en condiciones a menudo asociadas con un aumento de los lípidos en la sangre que se han asociado a un estado de microbiota alterado, como la diabetes y la hipertensión. Los resultados de un ensayo abierto no publicado indican que esta fórmula probiótica conserva su seguridad y su efecto positivo sobre las LDL y el colesterol total, así como los triglicéridos, en ambas condiciones
ENLACE