Aqui te dejo un informe de las 5 consecuencias de la crisis en los mercados de China.
"China es un polvorín, pero tiene (aún) la ventaja de ser una economía planificada y, también, opaca. Está dando giros hacia el libre mercado y eso puede tener consecuencias perniciosas. Especialmente, porque es un país muy endeudado y con mucha banca en la sombra. Nos decía hace un tiempo el analista financiero Juan Ignacio Crespo que la situación actual de China es parecida a la que presentaba Occidente en los momentos previos al estallido de la burbuja. Precisamente por las primeras quiebras sufridas han saltado todas las alarmas. Se unen, además, a síntomas muy claros que hacen prever el enfriamiento de la que ya es segunda economía del mundo y que puede acelerar el proceso: el hundimiento de las exportaciones en el mes de enero y un proceso desinflacionista más acelerado del esperado.
¿Qué consecuencias puede tener este proceso en los mercados?
1. Caída de las materias primas. China es el primer demandante de materias primas del mundo. Por eso, las malas noticias respecto a su economía tienen un efecto inmediato en la evolución de su precio. Ayer vimos cómo el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, bajó cerca de un 2%, alejándose de los 100 dólares. Pero la consecuencia más importante y que destacan los analistas internacionales reside en el cobre. En él el efecto puede ser demoledor. Las empresas chinas solicitan préstamos para comprar cobre y, a continuación, utilizan este metal como contrapartida a operaciones de financiación más ambiciosas. Pero, ahora, con la economía china desacelerándose y la previsión de que el metal haya agotado su potencial alcista, los bancos ya no están tan por la labor de intervenir en este tipo de operaciones. Por eso la deriva bajista del cobre se acelera.
Pero hay excepciones en los metales. El oro está recuperando su antiguo papel de activo refugio y ayer registró una fuerte subida del 1,60%, hasta los 1.368 dólares la onza. La plata, que suele imitar la evolución del oro, lo hizo incluso mejor: subió un 2,36%.
2. Las Bolsas, como activos de riesgo, también registraron descensos importantes en la sesión de ayer. Pero, ¿cuáles pueden ser las más afectadas? Sin duda, las más próximas a China, es decir, las de las economías con más relación comercial con el gigante asiático. De ahí que no sea casualidad que el índice que más cayó ayer fue el Nikkei de Tokio, con un descenso del 2,59%.
La relación comercial. Ése es un buen indicio para buscar más posibles afectados por los problemas de China. En Europa, el Dax alemán fue uno de los indicadores que más cayó, con un retroceso del 1,28%. Sabido es que las empresas exportadoras alemanas comenzaron hace unos años a primar sus exportaciones al continente asiático, por su potencial y por ser terreno inexplorado.
En general, por las relaciones comerciales, hay que prestar atención a todas las Bolsas emergentes, ya muy tocadas, especialmente a las de países productores de materias primas, como Brasil, por ejemplo, aunque ayer el Bovespa logró cerrar en positivo. Y también Nueva York. Es el consuelo que queda.
Pero hay una tercera categoría de Bolsas especialmente vulnerables a las turbulencias ocasionadas por China: las que más llevan subiendo en el año. Así, ayer, entre los principales índices, el que más cayó fue el PSI-20 de Lisboa, que acumula una rentabilidad que ronda el 15% en el año. Los inversores pueden verse tentados a recoger beneficios en aquellos mercados donde más llevan ganado. Además, hay que tener en cuenta que Portugal sigue siendo una inversión de riesgo y, por tanto, de las que primero se sale cuando hay problemas.
3. En el mercado de deuda también se vio clara la salida de activos de riesgo y entrada en los refugios. De este modo, la rentabilidad de la deuda española a diez años subió desde el 3,32% hasta el 3,36%; la de Italia, desde el 3,40% hasta el 3,43%; la de Grecia, desde el 7,01% hasta el 7,08%; y la de Portugal, desde el 4,40% hasta el 4,51%.
A cambio, la rentabilidad de las deudas "core" bajó con relativa fuerza, síntoma de la entrada de dinero. Los inversores prefieren sacrificar rentabilidad a cambio de preservar capital. De esta manera, la rentabilidad del bono alemán a diez años bajó desde el 1,64% hasta el 1,60% y la de su comparable estadounidense, desde el 2,77% hasta el 2,73%.
4. Crecimiento económico. China ha sido un gran motor económico, sobre todo en los peores años de la crisis, cuando puso en marcha un gran programa de estímulo público, el mayor del mundo. Si China se frena, las repercusiones pueden ser muy importantes en el resto del mundo. Aunque el parón no sea muy abrupto, hay que tener en cuenta que ralentización habrá (ya la está habiendo). Es el efecto secundario del cambio de modelo económico que busca su Gobierno. China quiere pasar de ser un país eminentemente exportador a crecer gracias a la demanda interna.
5. Mercados financieros. Pongámonos en lo peor. Planteemos la hipótesis de que las autoridades chinas se ponen duras de verdad con la banca en la sombra y el banco central deja de actuar de financiador de último recurso para ellas. La ralentización económica desemboca en "defaults" de empresas y en pérdida de valor de los activos reales, lo que puede verse empeorado por la caída de la moneda, el renminbi. Como consecuencia, comienza a haber quiebras de instrumentos de crédito en la sombra que, a su vez, contaminan a los bancos convencionales, porque son los que les financian... ¿No les recuerda a Lehman Brothers? El efecto sería devastador. ¿Como el de entonces? Esperemos que el Gobierno chino lo tenga todo atado y bien atado."
Un saludo!