La hija del presidente angoleño con CaixaBank mover ficha en un mes
El BCE, el gobierno luso y la bajada del petróleo acorralan a Dos Santos en BPI
Isabel Dos Santos, que tan fuerte parecía cuando naufragó la opa del pasado en junio del año pasado ha topado ahora con una confluencia de factores contrarios que la debilitan.
Lo que parecía imposible hace seis meses hoy está al alcance de la mano. La empresaria angoleña Isabel dos Santos y CaixaBank han acercado posiciones en el seno del capital del Banco Portugués d’Investimento (BPI) a causa de un radical cambio del contexto. Dos Santos, que tan fuerte parecía cuando naufragó la opa en junio del año pasado, ha topado ahora con una confluencia de factores contrarios a sus intereses: el ultimátum del BCE, el giro en el gobierno portugués y la caída del precio el petróleo han debilitado la posición de la familia Dos Santos, a la que ahora conviene más un acuerdo que hasta esta semana habían estado rechazando.
El BCE ha dado un ultimátum: el próximo 10 de abril es la fecha límite para que BPI segregue totas las actividades financieras vinculadas con Angola, consideradas por el regulador europeo. Eso quiere decir que BPI debe vender su participación del 50,1% del Banco de Fomento de Angola (BFA). Pero el comprador sólo puede ser uno: la propia Isabel dos Santos, cuya familiar tiene el 49,9% restante. Si no lo hace, BPI se arriesga a recibir una sanción, lo que ahora también decanta a los directivos de BPI a favor de la postura que siempre había defendido CaixaBank de levantar los blindajes del capital, según apuntan fuentes financieras. Fuentes de CaixaBank han declinado hacer declaraciones.
Comprar este paquete de BFA no era un problema en junio para Isabel dos Santos, considerada la mujer más rica de África. La hija del presidente angoleño José Eduardo dos Santos, quien lleva más de 30 años ocupando este cargo, controla en la práctica la economía del país. Pero ese país depende por completo del petróleo. Y en junio los precios del Brent estaban por encima de 63 dólares el barril, mientras que ahora se han recortado hasta los 37 dólares. Los analistas apuntan que por debajo de 94 dólares la extracción de crudo en Angola ya no resulta rentable. Pero el petróleo supone el 95% de las exportaciones angoleñas y el 75% de sus ingresos fiscales.
La tercera pieza que atenaza el fuerte de Isabel dos Santos ha sido el propio gobierno portugués, el cual prepara una ley para levantar el blindaje que limita los derechos políticos de CaixaBank en BPI al 20%, pese a que el banco que preside Isidre Fainé tiene el 44% del capital. Si esta ley entra en vigor, la posición de fuerza que mantenía Isabel dos Santos se perdería. Isabel dos Santos tiene un 18% de BPI, más otro 2,28% a través de BIC Angola.
Buscando el desbloqueo
Esta semana ambas partes reconocieron que están buscando una solución para desbloquear BPI. Que en esencia pasaría porque CaixaBank comprase el 20% angoleño y que al superar el 64% de las acciones lanzase luego una opa para formalizar la operación al mismo precio al que hubiese pactado el precio con la familia Dos Santos, según publica la prensa portuguesa.
Isabel dos Santos podría, con ese dinero, comprar el 50% del Banco de Fomento de Angola, según apuntan fuentes financieras conocedoras del proceso. La anterior opa se calculaba en un coste de unos 1.000 millones para CaixaBank, de los que más de 400 hubieran ido para la presidencial familia angoleña.
El precio, básico
Como ocurre en estos casos, el precio será la clave. A día de ayer las acciones de BPI cotizaban a 1,16 euros el título. Aún así las posturas todavía parecen alejadas. CaixaBank en su nota sobre los contactos destaca que “se están estudiando diversas alternativas”, si bien todavía no se ha encontrado una solución. En el comunicado de Dos Santos, por su parte, se resaltaba que “todavía no hay acuerdo” y ponía el énfasis en que se ha de buscar una “solución equilibrada”, lo que apunta, precisamente, al precio. Otro factor clave es el blindaje, que en la próxima junta de accionistas de BPI volverá a ser revisado, algo fundamental para CaixaBank.
Los Dos Santos todavía tienen un as en la manga: la amenaza de expropiar BFA, de la que ha alertado alguna prensa portuguesa, y dejar a BPI sin su principal fuente de beneficios. Pero claro, como accionistas de BPI, también serían parte perjudicada de una decisión de este estilo.
El pasado mes de enero CaixaBank hizo una oferta. No ha habido respuesta por parte de Dos Santos pero se están explorando diversas soluciones, han señalado las fuentes financieras consultadas.