Pues sí. Qué miedo. Cosas positivas que yo saco:
-Se ha frenado a tiempo el enésimo intento de empapelamiento al accionista de a pie.
-Me hace recordar lo imprescindible que es mirar los fundamentales, con especial atención a la capacidad de devolver lo prestado (aunque no libra de las pérdidas siempre, sí que libra "muchas" veces).
-Me hace recordar que los bancos que financian a empresas (Isolux, Abengoa, ICA, etc.) les exigen avales y garantías y si hace falta se quedan con la empresa (y con la deuda, deuda que pagarán los clientes del banco y a veces el dinero público). Nosotros en cambio no podemos exigir prácticamente nada, nunca, a nadie.
-Y me hace recordar el viejo refrán (que me acabo de inventar) que dice "Empresa con expolítico en el consejo, no tocar con un palo yo aconsejo".
slds.