Reyal Urbis irá a liquidación con más de 4.500 millones de deuda
La
promotora inmobiliaria Reyal Urbis no ha superado el concurso de acreedores y será finalmente liquidada. La compañía ha estado cuatro años en concurso de acreedores y sus deudores, entre los que figuran Hacienda y la Sareb, han rechazado la propuesta que les planteó para afrontar este pasivo. La comunicación judicial oficial todavía no ha sido realizada.
La propuesta de convenio planteada por la inmobiliaria a sus acreedores registró la adhesión de tan solo el 32,70% de los mismos y necesitaba el 75%. Un 37,79% ha votado en contra y el 29% restante se ha abstenido, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas. Los acreedores tenían hasta el 31 de mayo para suscribir el plan.
La compañía controlada y presidida por Rafael Santamaría protagonizará la segunda mayor liquidación de una gran inmobiliaria tras la de Martinsa Fadesa. Según sus cuentas del primer trimestre, acumula una deuda con entidades de casi 2.820 millones, a lo que se suman
más de 850 millones con la Sareb (el banco malo, que heredó los activos tóxicos de las cajas) y
cerca de 400 millones con Hacienda. En total, el pasivo es de 4.660 millones.
Reyal tenía paralizada la actividad de promoción y venta de viviendas desde que cayó en concurso en febrero de 2013. El plan que la inmobiliaria planteó pasaba por pactar con Hacienda un plan de pago unilateral, distinto al del resto de acreedores. A las entidades financieras, la empresa les planteó una quita y pagarles la deuda con dación de activos inmobiliarios.
Sin actividad de promoción y venta de viviendas
Reyal tenía paralizada la actividad de promoción y venta de viviendas
desde que cayó en concurso de acreedores en febrero de 2013, después de que los bancos rechazaran la que hubiera sido la cuarta refinanciación de su deuda.
La compañía fue una de las grandes del sector que quebró durante la crisis junto con Habitat, Nozar y la mencionada Martinsa Fadesa. Además del negocio residencial, la compañía gestiona un conjunto de hoteles y una cartera de edificios en alquiler que suman 123.000 metros cuadrados.
La compañía afronta ahora su liquidación algo más de una década después de que en julio de 2006 también protagonizara una de las grandes operaciones corporativas registradas durante el boom del sector y apenas un año antes de que pinchara la burbuja inmobiliaria que se formó los ejercicios previos a la crisis.
En esa fecha, Reyal, firma controlada por
Rafael Santamaría, acordó la compra de Urbis a Banesto, su entonces accionista de control. La operación se materializó mediante el lanzamiento de una OPA por esta compañía valorada en 3.317 millones de euros, un importe similar a la deuda con la actualmente irá a liquidación.
http://economia.elpais.com/economia/2017/06/20/actualidad/1497981634_428721.html