Obviamente Repsol no está viviendo sus mejores jornadas en el parqué, incluso ya llegando a testear mínimos no vistos desde comienzos de 2017, los 12,50 euros; mientras que el crudo se mantiene cotizando por encima de los niveles de principios de año (anotándose un 11%).
Esta situación lógicamente crea una total des correlación con su materia prima principal en la petrolera española.
Ahora llega en la presente semana Barclays y recomienda venta de acciones de Repsol y además una recomendación realizada por primera vez en su historia. Pero claro esto lo podría haber dicho cuando la acción marco el doble techo en las inmediaciones de los 16,15 euros, puesto que el recorrido en caídas próximo al 25% ya se lo ha perdido gran parte del mercado.
Quizás el introducir esta recomendación de la mencionada agencia, podría estar basada en la posible sujeción de los precios en el gran soporte de los 12,50 euros al menos de carácter temporal.
El quiebre de la mencionada zona, podría lastrar a la compañía al siguiente nivel de importancia ubicado sobre los 11.70 euros aproximadamente.
También hay que tener en cuenta, que la abrupta caída podría provocar rebotes de carácter temporal, puesto que por el momento la secuencia de máximos y mínimos decrecientes, permanece activa. Cabe añadir que el consenso de mercado le concede un potencial a la compañía de más del 40%, lo que podría traducirse en ruidos sobre las fluctuaciones del activo que hagan al mercado despistarse de su banda sonora principal “bajista”.