Uno de los sesgos que más pérdidas genera a inversores particulares:
Sesgo de irrealidad: a mucha gente le gusta pensar que el mercado está determinado por mecanismos estrictos de formación de precios y que estos mecanismos son cognoscibles y, por ende, la evolución de los precios predecible; cuando no se hacen ricos con la bolsa, como era de esperar, se excusan en que no han sabido leer correctamente tal o cual gráfico o señal, pero que poco a poco irán afinando, y algunos, incluso escriben libros y dan cursos para sacar el dinero que no son capaces de ganar en la bolsa. Sin embargo, el mercado es la confluencia de una cantidad tan elevadas de factores imponderables que lo convierten, en la práctica, en aleatorio y su predecibilidad es una quimera, una ensoñación que alimenta esperanzas vanas. Es debido a este sesgo que muchos inversores creen que el hecho de que una acción lleve un tiempo subiendo o bajando es garantía de que va a seguir haciendo eso en el futuro, y a esa superstición la denominan tendencia. Esto va contra los principios fundamentales del método científico.
(Vale, ahora soportaré estoicamente el pim pam pum que me propinéis)