Respecto a la reunión de hoy del BCE, Lagarde se va a tener que comer un mojón bien grande.
Porque, diga lo que diga, es muy posible que dentro de unos días se haya quedado corta (como la FED hace unos días). Es un situación difícil de navegar, está claro, y más que el BCE debería ser el gobierno europeo el que saliera con la artillería a tope, coordinando las acciones del BCE con otras de los distintos gobiernos que estuvieran entre sí consensuadas. No como pasa ahora que cada uno propone lo que puede, sin tener en cuenta que lo que pase en el vecino también te afectará.
No sé cuando ni cómo saldremos de esta, pero va a ser una buena prueba para la Unión Europea (recordemos que estamos en plena negociación post-brexit).