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LONDRES, 20 abr (Reuters) - Los inversores buscarán compañías que estén consiguiendo controlar los costes, preservar la liquidez y evitar la acumulación de grandes inventarios durante la crisis del coronavirus en la que podría ser la peor temporada de resultados en Europa desde la crisis financiera mundial de 2008.
Se espera que las compañías del índice paneuropeo STOXX 600 publiquen cifras que muestren una caída del 22% en los beneficios del primer trimestre, según muestran los datos de Refinitiv, mientras que la previsión a principios de año era de un aumento del 10,5%.
En medio de la creciente incertidumbre de la economía mundial, muchas empresas europeas han abandonado sus objetivos. Los datos de Refinitiv, basados en las previsiones de analistas, muestran que los beneficios bajarán un 34,2% en el segundo trimestre y un 25,5% en el tercero.
“Abróchate el cinturón”, dijo Emmanuel Cau, jefe de estrategia de valores europeos de Barclays. “Los números finales probablemente serán peores ya que la economía global se ha paralizado, lo que podría no estar totalmente considerado en las cifras de onsenso”.
Barclays y Citi esperan una caída del 40% al 50% en los beneficios y dividendos para finales de año.
Sin embargo, los movimientos del mercado sugieren que algunos riesgos se han dejado de lado. El STOXX 600 ha rebotado un 22% tras tocar su nivel más bajo en mediados de marzo, cuando el virus se estaba propagando rápidamente en Europa y se estaban estableciendo medidas de confinamiento, aunque el índice sigue mostrando una caída del 26% en lo que va de año.
A medida que las empresas publiquen unas nefastas cifras del primer trimestre, los inversores analizarán los balances y los comentarios de los ejecutivos sobre sus planes de reestructuración o de cualquier medida de despidos, temporal o permanente, para ver en qué medida las empresas pueden hacer frente a lo que, según algunos analistas, podría ser la recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial.
Los inversores se preguntarán si los recortes de costes son realistas, buscando señales de vida en las ventas de abril y comprobando el volumen de los inventarios, dijo Maximilian Anderl, jefe de Concentrated Alpha Equity en UBS Asset Management.
Los números no moverán el precio de las acciones, según este experto, porque los inversores tienen el foco puesto en la generación de flujo de caja libre.
También estarán atentos a “cualquier cosa que les dé la sensación de que la compañía sigue creciendo lentamente y que estamos superando esto”, añadió.
La pandemia ha marcado un cambio drástico para las empresas de Europa, que esperaban una recuperación a principios de 2020 cuando comenzó a disiparse la niebla de la incertidumbre sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea y el enfriamiento de la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
Pero, en lugar de emplearse en ampliar los beneficios, la mayoría de las empresas han tenido que aparcar sus planes y algunas están incluso teniendo dificultades para sobrevivir.
“La gran pregunta es si los inversores obtendrán previsiones de las empresas para poder navegar en el mercado de valores, ya que las expectativas son importantes para la valoración y, por tanto, las rentabilidades futuras”, dijo Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable de Saxo Bank.
Información de Joice Alves; editado por Edmund Blair, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk
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Mañana sabré explicar lo que ocurrió hoy