El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha conseguido su objetivo, el mismo que intentó, aunque sin éxito, en plena crisis financiera, crear gigantes bancarios españoles a través de las fusiones, que se situaran a la cabeza del sector en Europa aprovechando la debilidad de gran parte del sistema en el país, como eran las cajas de ahorros.
Uno de sus proyectos fue la fusión de CaixaBank y de Bankia en plena crisis financiera, pero la operación no pudo ser. Ahora, casi una década después Guindos puede conseguir su objetivo. No solo logrará, según apuntan todas las fuentes consultadas y los analistas, que al final, y si no hay problemas de última hora, que cuaje esta operación que dará lugar al primer banco del país, sino de transformar todo el mapa bancario español para crear lo que ha estado guardado en un cajón, pero no enterrado, tres grandes grupos financieros que sobresaldrán sobre el resto de la banca europea, con otro grupo de pequeñas entidades satélites, con nichos de mercado muy concretos en negocio, o territorios.