Parafraseando a una fase célebre de un célebre político, "occidente" entre salud y negocio (economía)* eligió negocio, y ahora tiene ruina y enfermedad.
Ciertamente la capacidad de acción unificada de actuación de una China superpoblada (y masificada en sus ciudades) sobre sus 1.400 millones de habitantes, no es comparable a la atomización de decisiones y criterios, de cientos de estados (independientes o confederados), pero la claridad de China de acabar completamente (no convivir) con la transmisión del virus antes de abrir al economía fue acertada, aunque desde todos lo frentes se pretenda hacer que se ignore el hecho, que deja en evidencia nuestras vergüenzas. La falta de solidaridad entre países y entre los sectores sociales dentro de cada país (incapaces de renunciar a una parte de sus rentas durante unos meses o un año para sostener al resto más afectado).... abunda en la ausencia de las drásticas medidas necesarias, junto al hedonismo en que nos hemos instalado de "mi confort ante todo y ante todos".
Todo este proceso nos ha hecho a las personas inteligentes abrir los ojos para identificar la fragilidad, crueldad e irracionalidad destructiva de un "way of life" que se cree superior, y por encima del resto.
*Tenemos que convivir con virus:, el virus está aquí para quedarse, mas muertes habrá por hambre; la salud es lo primero pero si lo paramos todo se nos muere la economía; hay que salvar la campaña de verano; hay que salvar la navidad, un 100% de la población no puede recluirse para curar a un 1% , etc, etc, etc,....