SECTOR ELÉCTRICO: Posibles cambios normativos para modificar la retribución de las energías hidráulicas y nucleares. Según fuentes de prensa, el Consejo de Ministros podría abordar mañana una nueva normativa, en forma de anteproyecto de ley propuesto por el Ministerio de Transición Ecológica, para limitar las subidas del recibo de la luz, poniendo coto a la sobrerretribución (conocida como “beneficios caídos del cielo”) que reciben las nucleares y las hidráulicas. La mecánica del sistema eléctrico sigue un esquema marginalista. Esto implica que las nucleares e hidráulicas, que producen electricidad con un coste bajo, cobran el precio (siempre más alto) que marca la última tecnología en entrar en el sistema para cubrir la demanda eléctrica. En los últimos meses, han entrado al sistema ciclos combinados, que queman gas para producir electricidad, justo cuando el precio del gas y de los derechos de emisión de CO2 estaban disparados, con el consiguiente sobrecoste para el sistema, y por lo tanto, para el consumidor final. Por su parte, las eléctricas argumentan que es el Gobierno es que se beneficia de estos sobrecostes debido a derechos de emisión del CO2. En la actualidad cada país tiene asignados una cantidad de derechos de emisión de CO2. Esos derechos permiten emitir una determinada cantidad de gases contaminantes a la atmósfera. La previsión del Gobierno español antes de que el precio de los derechos se disparara era de obtener 1.100M€. Al dispararse los precios (por la mayor presión medioambiental, entre otras razones), ahora el Gobierno español podría recaudar 2.200M€. Las eléctricas reclaman que para minimizar ese sobrecoste en la factura de la luz no se recurra a reducir los márgenes a nucleares e hidráulicas, sino que se detraiga de los Presupuestos Generales del Estado. Opinión de Bankinter: Si finalmente se introducen y aprueban estos cambios, algunas empresas del sector se verían negativamente perjudicadas, especialmente las que tengan más exposición a energía hidráulica y nuclear. No está claro si finalmente se llevarán a cabo estos cambios ni cómo se podrían materializar. Sin embargo, son malas noticias para el sector, ya que pone de manifiesto la incertidumbre regulatoria a la que está sujeto. Cada vez que salen a la luz este tipo de noticas el sector reacciona con caídas al erosionar la confianza de los inversores. En el entorno actual, nuestra estrategia de inversión pasa por focalizarse en sectores más ligados a la evolución del ciclo: industriales, logística, bancos, consumo discrecional, hoteles...,, y no tanto en sectores reguakdos como el eléctrico.