La bolsa está festejando que la FED, como mucho, llevará los intereses al 3,5%, que es una miseria teniendo en cuenta una inflación de al menos el 20%.
Por otra parte está festejando que la FED no implementa la reducción de balance prometida, que sí tendría un impacto más inmediato en el mercado, y el BCE ni se plantea siquiera reducir balance.