Estamos en un mercado libre. La Sra Calviño es una cínica pero no puede apuntar con una colt 45 a la sien de los que deciden no subir las remuneraciones bancarias para que lo hagan. Esos presidentes de entidades se aprovechan de la ignorancia, gregarismo y sumisión de sus clientes y además condicionan la opinión de los medios de comunicación, que son además de su propiedad, para que el foco se ponga en Calviño, no en ellos.
Los bancos españoles saben perfectamente el nivel medio de conocimientos financieros que tienen sus clientes y abusan de su evidente falta de formación. En mi caso, mis conocimientos son lo suficientemente limitados como para no asumir determinados riesgos que, caso de disponerlos, probablemente asumiría.
Ahora mismo el inversor conservador, o que en este momento no quiera asumir determinados riesgos, tiene una opción de inversión extremadamente interesante si se compara con la broma con la que remunera la banca los depósitos de renta fija, que son las Letras del Tesoro. Hace unas semanas participé en la última subasta no competitiva de Letras con vencimiento a 9 meses. La rentabilidad fue de un 3,45 %. Lo hice desde mi casa. Sólo hace falta una conexión a internet, un navegador actualizado con un certificado digital instalado, que es el mismo que se usa para hacer y entregar la declaración de la renta, y el programa de autofirma. Sólo un analfabeto digital no sabría hacerlo. El problema son los cientos de miles de analfabetos digitales que hay en este país. Los bancos lo saben y, obviamente se aprovechan.
Desde que estoy comprando Letras la gestora de mi banco no para de llamarme. Necesitan que mi relación con el banco sea la misma que la que hay entre un yonki y su suministrador porque saben que una vez que te tomas la pastilla roja y te desenganchas se acabó el negocio. Mientras que miles de clientes no saquen su pasta de depósitos con remuneración ofensiva hacia otros productos que ahora mismo son muy rentables, como algunos bonos, seguirán extorsionando a sus clientes.