“””¿Van a producir coches eléctricos donde no hay sitio para cargarlos? No parece buena idea, ¿o si ?””
No sabía que en este país no hubiese tomas de corriente eléctrica…..
Supongo que te refieres a que el número de potenciales propietarios que dispongan de un lugar apartado, discreto y seguro para poder cargar su coche, como es una plaza de garaje, ya sea en propiedad o en alquiler, es un lujo que sólo se puede permitir un porcentaje minoritario de la población.
En cualquier caso, creo que, y esto es una opinión muy personal, la opinión pública española está muy condicionada por unos medios de comunicación pagados por el lobby automovilístico español, es decir, ANFAC y, por tanto, con intereses muy diferentes a los de los lectores o audiencia de esos medios. Dicha asociación presenta una visión extremadamente cortijera, prepotente, arrogante, cortoplacista, conservadora y miope sobre la posible evolución en las ventas de coches eléctricos puros. En otras palabras, son unos catetos cortijeros con un inmenso poder pero unos “auténticos piernas” si se comparan con sus homólogos internacionales. Es evidente que no, NO tengo buena opinión de unos mediocres que han llegado a acaparar ese inmenso poder no por meritocracia sino por cuna o por oportunismo salvaje, pero en el fondo, se puede entender la opinión de estos tuercebotas. Para entenderlo conviene recordar lo que dijo el que fue presidente de la CNMV en el periodo 2004-2006, Manuel Conthe, cuando le preguntaron años después que cómo carajo no vio venir la burbuja inmobilaria. Dicen que esta fue su respuesta: "Nadie es capaz de ver una burbuja inmobiliaria hasta que se ha pinchado” y luego añadió algo así como “y más cuando su sueldo depende de que no lo vea”.
Por otro lado, el grado de cuñadez y garrulez del consumidor estándar le impide informarse un poco más allá de los encorsetados límites establecidos por los medios de comunicación españoles, por tanto, su opinión es parecida a la que puede tener un niño de 8 años a cerca de cómo funciona el mundo laboral.
Son varios factores los que están impidiendo un mayor desarrollo de la movilidad eléctrica en España con respecto al grado que ya presentan otros países de nuestro entorno, como el mismo Portugal que, recordémoslo, presenta sueldos inferiores a los nuestros y un grado de despliegue de tomas de corriente públicas similar al nuestro, pero el principal se llama PREJUICIO, FALTA DE INFORMACIÓN Y ADMINISTRACIONES DUPLICADAS CON PAPELEO BANANERO.
Eso sí, no me extrañaría nada, pero nada de nada, que una vez sobrepasado cierto umbral en la proporción de ventas de eléctricos estas se disparen y se produzca el usual comportamiento bovino, gregario y tan español de: “maricón el último” a la hora de comprar un eléctrico. Algo parecido a como cuando se pusieron de moda las colas en las puertas del Banco de España para comprar Letras del Tesoro.
Somos así, de envestir en lugar de reflexionar, y por mucho que queramos no vamos a cambiar demasiado.