China puede desatar la mayor crisis de deuda de la historia de EEUU pulsando un botón
Las
grietas del 'imperio dólar' se han convertido en uno de los temas más recurrentes en los mercados y los círculos económicos en los últimos meses. El descenso de la cuota del dólar como divisa de reserva a nivel global es una realidad. Aunque es cierto que esta tendencia solo
está impulsada por un puñado de países (aunque todos ellos son poderosos), el todopoderoso dólar está cediendo terreno ante el yuan o el oro en los balances de los bancos centrales. Uno de los países que está 'castigando' con mayor violencia al 'billete verde' es China, que lleva años vendiendo bonos del Tesoro de EEUU e invirtiendo su superávit por cuenta corriente en otros activos que no están denominados en dólares. Esta tendencia junto al 'arsenal' de deuda americana que Pekín aún posee suponen una amenaza para EEUU, un país que sufre un déficit público (más del 6% del PIB) descontrolado, una deuda pública creciente y un enorme déficit comercial (
déficits gemelos).
Imaginen un escenario en el que EEUU
sigue emitiendo billones de dólares en deuda (tanto privada como pública para financiar sus déficits), mientras que la economía pierde impulso y parte de los mercados comienzan a mostrar
una mayor preferencia por otros activos diferentes al dólar, ¿quién compraría esas 'toneladas' de deuda americana? Pues es difícil contestar a estar pregunta, probablemente EEUU tendría elevar sobremanera el interés que paga para lograr cuadrar oferta con demanda con el riesgo que ello conlleva.
Aunque este ha sido el runrún del mercado en los últimos meses, pocos se atreven a hablar claramente de ello. Sin embargo, Philip Pilkington, economista experto en macroeconomía y mercados, y autor de The Reformation in Economics, ha realizado una profunda reflexión en twitter después de que se conociera que
China estaba 'quemando' la deuda del Tesoro de EEUU a gran velocidad. Este experto explica por qué las recientes ventas récord por parte de los chinos de bonos del Tesoro estadounidense podrían ser una de las primeras señales de una crisis fiscal importante en Estados Unidos.
"Hay mucha confusión sobre cómo funcionaría esto".
No es la primera vez que aparece
el fantasma de la crisis de deuda en EEUU, pero normalmente se suele asociar a la llegada de una profunda recesión a EEUU o de una crisis financiera que provoque
una pérdida de confianza en el dólar. Varios economistas de grandes empresas de Wall Street admitieron en mayo, durante un panel sobre
la situación fiscal de Estados Unidos organizado por el American Enterprise Institute, que otra recesión económica en Estados Unidos, que aumentaría los déficits y la deuda incluso más de lo proyectado, podría ser un catalizador para una crisis de deuda de Estados Unidos que enviara ondas de choque a través de los mercados financieros globales.
Sin embargo, esta crisis de deuda de la que habla Pilkington estaría desencadenada por un movimiento en China. Este experto señala que "lo que importa aquí no es la deuda pública estadounidense en general, sino la balanza de pagos. Si un país tiene un déficit comercial, éste debe compensarse con entradas financieras en la cuenta financiera de esta balanza para mantener el equilibrio".
Es decir, si un país importa más de lo que exporta, debe sacar el dinero de 'alguna parte' para lograr que las importaciones sean superiores. Este equilibrio sucede a través de la balanza financiera, que analiza las operaciones con el exterior en el mercado financiero (acciones, deuda, inversión directa). China, que tiene superávit por cuenta corriente (exporta más de lo que importa), financia históricamente a EEUU, utilizando esos superávits para comprar, por ejemplo, deuda del Tesoro americano y otros activos estadounidenses. Durante muchos años esta relación ha sido muy beneficiosa para los dos: los estadounidenses pueden vivir por encima de sus posibilidades (importando mucho más de lo que exportan), mientras que China encuentra un lugar seguro y rentable para colocar su 'exceso de ahorro' o superávit por cuenta corriente. Esta situación ha llevado a que China tuviese hace unos años alrededor de 1,3 billones de dólares en deuda estadounidense (el tamaño de la economía de España entera).
"Estados Unidos tiene un déficit comercial consistente y grande (agravado por el fuerte déficit fiscal que sigue estimulando la demanda interna). Este déficit comercial debe ir acompañado de entradas de flujos financieros (compra de bonos, acciones…). Veamos cuáles son esas entradas… Normalmente, estos bonos eran comprados por China y otros gobiernos/bancos centrales. Estos eran compradores estables porque era parte de su estrategia comercial: apuntalar el déficit comercial de Estados Unidos para vender más exportaciones. Ahora son los inversores privados extranjeros los que compran esta deuda", apunta Pilkington.
Los bancos centrales y sobre todo el Banco Popular de China están deshaciéndose de la deuda americana. Según datos oficiales del Tesoro de EEUU, a
los que ha tenido acceso elEconomista.es, los bonos estadounidenses en poder chino han caído en solo un año en más de 100.000 millones de dólares. China atesora en estos momentos poco más de 767.000 millones de dólares en deuda americana, la menor cantidad desde 2009. No obstante, esta cantidad es aún más que suficiente para poner en problemas a una economía como la de EEUU que tiene vencimientos anuales de cientos de miles de millones de dólares. Más que la venta de esta deuda, el problema es que China, un comprador estable, se ha convertido en un vendedor neto de deuda americana, lo que eleva considerablemente la fragilidad financiera de EEUU.
En los últimos años, Pekín ha ido reduciendo su peso entre los 'tenedores extranjeros' de deuda estadounidense de forma rápida: desde 2021 hasta 2023, la reducción de la deuda americana en manos chinas ha sido de más de 300.000 millones de dólares, una cantidad que supera a la economía de Portugal entera (con un PIB de 260.000 millones de dólares). Japón sigue siendo el mayor 'tenedor' de bonos del Tesoro americano, con casi 1,2 billones de dólares. Ahora, los inversores privados toman el relevo, pero estos inversores son más volátiles y sensibles a la rentabilidad, es decir, al nivel de los tipos de interés.
Si la Fed baja los tipos puede haber problemas
"Estos inversores han estado comprando bonos del Tesoro porque los tipos de interés son altos. Ahora mismo parecen una inversión atractiva. Pero estos inversores son 'sensibles al rendimiento' y, por lo tanto,
si los tipos de interés bajan, probablemente se desharán de los bonos", advierte este economista. La Reserva Federal está a punto de comenzar a bajar los tipos de interés. La inflación está volviendo a su cauce poco a poco, mientras que la economía empieza a perder fuerza. Además, las próximas elecciones pueden llevar al banco central de EEUU a bajar tipos con mayor intensidad en un intento por impulsar la economía e intentar impedir que
Donald Trump vuelva a la Casa Blanca.
"Todo esto se produce gracias a una importante alianza económica y militar ruso-china que impulsa explícitamente un orden mundial multipolar… Los estrategas inteligentes de Wall Street entienden lo que está sucediendo, pero si miras la prensa financiera dominante no verás ninguna de estas historias en ninguna parte", advierte Pilkington.
Mientras tanto,
China, India, Rusia y Turquía están sacudiendo el 'imperio dólar', diversificando sus activos y pasándose al oro como activo de reserva poco a poco. Esta mayor diversificación llega justo en el momento en el que la economía de EEUU parece haberse vuelto adicta al déficit y la deuda, es decir, justo cuando más necesita las compras de estos inversores estables que están desapareciendo.
"Felizmente inconscientes de lo que realmente está sucediendo,
los líderes occidentales siguen pensando que controlan la situación y andan por ahí exigiendo a los chinos. Los chinos están desconcertados por esto, sabiendo que son los grandes acreedores de Estados Unidos (junto a Japón)", apunta este experto. "Y por eso los chinos siguen deshaciéndose de los bonos del Tesoro estadounidense, entregándolos a inversores sensibles mientras
ellos reciclan el dinero en oro (el activo más seguro y estable)".
¿Qué pasa si China y otros países dejan de financiera el déficit por cuenta corriente de EEUU? Como le ocurrió a España en la crisis de 2007, la economía de EEUU se verá forzada a
cerrar el déficit por cuenta corriente a través de una crisis que reduzca la demanda de los americanos y el bienestar de sus ciudadanos de forma rápida y drástica.
Pilkington cree que es difícil calcular cuánto podría caer nivel de vida de los americanos, pero usando "un modelo simple sugiere que los niveles de vida estadounidenses son hoy alrededor de un 27% más alto de lo que sería si no hubiera ese déficit comercial". El déficit comercial permite a los americanos consumir muchos más bienes y servicios de lo que podrían si tuvieran que mantener su saldo exterior en equilibrio. Si se corta el grifo de la financiación, EEUU entrará en una crisis económica y de deuda histórica.eleconomista.es