Auge y caída de Cisco: el 'caso Nvidia' de los noventa que dispara las alarmas de un gran desplome
No hay que buscar oro, sino vender palas. Esta es una máxima en el mercado pues, más allá de quien desarrolla una nueva tecnología, el gran ganador suele ser quien es capaz de suministrar una infraestructura para mantener ese cambio de paradigma. Esto es lo que ha permitido a Nvidia convertirse en el rey,
llegando a ser la empresa más valiosa del mundo durante un breve periodo de tiempo y
disparándose un 778% desde 2023. Los chips y semiconductores de la empresa serán la base sobre la que se construirá la revolución de la Inteligencia Artificial. De hecho, esto ya se está manifestando en unos ingresos y beneficios disparados al calor de este 'boom'.
Sin embargo, las coincidencias entre la fiebre de la Inteligencia Artificial y la burbuja de las puntocom han llevado a los analistas a encontrar un viejo referente cuyo paralelismo con el gigante de los semiconductores está generando suspicacias.
Una empresa que iba a ser el gran titán tecnológico que lideraría la infraestructura detrás de la revolución de aquellos tiempos (internet), que llegó a convertirse en la empresa más valiosa del mundo… y q
ue posteriormente cayó un 85% en semanas. Desde entonces, 24 años después, esta firma nunca ha vuelto a rozar los niveles que alcanzó entonces y, aunque sigue siendo una compañía de alto valor, está lejos del olimpo 'tech' y prácticamente descartada de la carrera por ser la empresa más valiosa.
Las Siete Magníficas tuvieron su réplica en los 2000.
El auge y la caída de Cisco
Cisco nació en 1984, creada por Leonard Bosack y Sandra Lerner, expertos en computación y de la universidad de Stanford. Su nombre viene de la ciudad que lo vio nacer, San Francisco, pues simplemente equivale a las últimas dos sílabas de la urbe californiana. Esta empresa nació con el objetivo de convertirse en un actor relevante en la venta de hardware informático. Sin embargo, en muy pocos años los mercados vieron que su destino era mucho mayor de lo que podría parecer en un principio.
Con la llegada de los años noventa, la empresa californiana se había posicionado con su hardware como el líder de una revolución inesperada, internet. En pocos años se convirtió en el mayor vendedor mundial de routers y todo tipo de herramientas para sostener esta nueva tecnología. Aunque a comienzos de los años noventa era una promesa, los resultados comenzaron a verse en 1994, aquel año pasó de unos ingresos de 650 millones a 1.300 millones.
Desde entonces los ingresos duplicándose se repitieron y, con algún año creciendo a un ritmo menor, su auge era inapelable, llegando en 2001 a los 22.900 millones de dólares. Por el camino se convirtieron en dominadores absolutos de
la 'autopista física' que daría lugar a internet, con
el 40% de la cuota de mercado en los conmutadores y el 30% en los routers. A la euforia de los propios números se sumó la ambición de un carismático director ejecutivo, John Chambers que en el año 2000, en la cúspide de su popularidad, anunció un plan para diversificar su oferta de productos en un auténtico imperio del nuevo negocio de internet.
Sin embargo 2021 fue un año totalmente crítico para la compañía en el parque pues la ilusión por internet estalló y la euforia bursátil se reveló como una burbuja. En consecuencia la firma se desmoronó un 74% en menos de un mes y
ese mismo año llegó a caer un 85%. Posteriormente ha ido remontando y consolidando su posición como una gran empresa de Wall Street, con un valor de mercado de 189.720 millones de dólares. Una solidez que no solo se ve en el parqué sino en una facturación de 57.000 millones de dólares en 2023 y un beneficio neto ajustado de 28.760 millones. Sin embargo nunca ha logrado volver a sus máximos de valoración y el sueño de la compañía de dominar un nuevo mundo tecnológico es cosa del pasado.
Auge y caída de Cisco: el 'caso Nvidia' de los noventa que dispara las alarmas de un gran desplome (eleconomista.es)