El agujero real de largo plazo de la Seguridad Social ya es de 3,9 billones de euros
Fedea le ha puesto cifras al agujero real de la Seguridad Social española - y las conclusiones de su ejercicio estimativo son ciertamente demoledoras. El cálculo en cuestión ha sido elaborado por un grupo de académicos de las Universidades de Alcalá de Henares, Barcelona y Valencia y concluye que el boquete contable del sistema de pensiones es tres veces más ancho de lo que sugieren los datos oficiales divulgados por el gobierno.
Carlos Vidal, J. Manuel Pérez-Salamero, Anne Garvey y Anna Castañer presentaron sus hallazgos en una jornada programada por Fedea y dedicada específicamente al sistema público de pensiones. Los investigadores han confluido en esta iniciativa porque "llevan mucho tiempo debatiendo acerca de las ventajas e inconvenientes relativos de los diversos indicadores que se utilizan para medir la salud financiera de los sistemas públicos de pensiones".
El informe advierte que la literatura económica ha puesto de relieve que los indicadores fiscales "tradicionales" no ofrecen una imagen completa de su situación financiera. Así, calcular por ejemplo la relación entre los ingresos y gastos que tiene la Seguridad Social cada año (el déficit o superávit del sistema) puede servirnos como foto fija de la situación en un ejercicio concreto, pero no nos dice gran cosa sobre la sostenibilidad del sistema a medio y largo plazo y el impacto que tendrán mañana las promesas que se hicieron ayer y hoy.
Es decir: que si se mide la situación contable de la Seguridad Social con términos actuariales y empleando el mismo método de contabilidad aplicado al sector privado, el agujero sube de 2,04 a 3,21 veces el PIB. Por tanto, con los datos del PIB de 2021 encima de la mesa, este cálculo quiere decir que el "agujero" total del sistema de pensiones es de aproximadamente 3,91 billones de euros (es decir, 3,21 veces el PIB).
Además, pese a las optimistas previsiones del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, el informe considera que "es poco probable que la reforma del sistema de pensiones llevada a cabo en el periodo 2020-2023 reduzca el creciente déficit contributivo observado en los últimos años".
Por lo tanto, no sorprende que los autores concluyan que el sistema de Seguridad Social "tiene una situación de solvencia muy deteriorada, con un patrimonio neto negativo muy elevado, lo que significa que su carga se está trasladando a las generaciones futuras". En su opinión, "es urgente que nuestra clase política comience a tomarse en serio el agujero del sistema de pensiones y a tomar medidas correctivas".