Echar la culpa a los demás, en la vida, es siempre un error que obstaculiza el crecimiento personal y la comprensión. El hombre es hijo de sus obras y debe pechar con su responsabilidad y con lo que le acaece, puede subir y bajar, no hay problema en estas oscilaciones que son naturales dentro de la propia vida, no se le puede dar todo mascado, no se le puede indicar lo que tiene o no que hacer en cada momento, no se le puede intervenir en cualesquiera espacios de su existencia, no se le puede adoctrinar en una senda de pensamiento y acción monolítica, yo desconfío profundamente de aquellos que pretenden salvar materialmente al hombre, porque lo convertirán en un esclavo, ¿Quiénes son los culpables? Todos. Ya saben aquello de "Por sus hechos, les conoceréis" El problema es que muchas personas no quieren verse en el espejo prístino de esos hechos que les confiesan de un modo inapelable. Denme un hombre adulto, inquieto, libre y en progresión, esto es lo único que deseo, y no un pelele al que hay que llevar siempre y en todo momento de la mano.