Re: Pulso de Mercado: Intradía
Que conste que yo soy trabajador por cuenta propia, entre otras cosas porque he sido trabajador por cuenta ajena de un GRAN empresario (con mayúsculas) que me enseñó que para defender a un trabajador primero hay que defender al empresario... honrado.
Y honrados hay muchos empresarios en este país, ciertamente. A mi "jefe" (siempre será "el jefe", como un "Filemón" cualquiera) nunca ha habido nada que le importara más que sus trabajadores, y yo, que he trabajado codo con codo con él, he visto cómo sufría y prefería -contra mi criterio- no cobrar salario alguno durante un año por el bien de su empresa y de sus trabajadores.
Eso no se ve en ningún sitio. Lo cuento y no me creen. Pero yo lo he visto, lo he vivido. Yo soy de izquierdas, incluso radical de izquierdas. Yo he vivido con mi jefe la huelga general contra Aznar y me planté ante mi jefe y le dije: "yo quiero hacer huelga porque hay motivo, pero no la voy a hacer porque no sería justo por mi parte: cuando quiera hacer huelga contra ti como empresario no dudes que la haré, pero no es justo que sufras una huelga que no mereces". Su respuesta, a mí como al resto de empleados, fue la siguiente: "no habrá represalias, haced lo que queráis. Lo entiendo y, aunque no lo comparta, lo aceptaré". Y lo cierto es que no hizo huelga nadie de la empresa, ni yo ni nadie, por propia voluntad libre, y doy fe de ello.
Realmente da igual ser de derechas o de izquierdas. Importa ser trabajador, honesto, leal. Pero de eso ya no hay. Ahora todo el mundo busca su beneficio, su interés. Como digo siempre, no es culpa del trabajador ni del empresario, sino de la sociedad. El trabajador ya no busca el beneficio empresarial (social) sino el suyo, el empresario ya no busca el beneficio social (empresarial) sino el suyo.
Y por eso estamos como estamos. Por eso cada vez vamos a peor.
Porque la gente como mi jefe cada vez escasea más. Y eso sí que es triste, se pinte del color del que se pinte.
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NOTA.- Me he puesto nostálgico, lo siento. Creo que todo el mundo debería ser de izquierdas y tener un jefe como el mío. Se aprende mucho, empezando por no hacer caso de consignas ni de fantasías políticas. Se aprende el valor y la importancia de los valores y de los principios.