La intervención en los mercados financieros no está basada en actitudes decentes sino en el dinero, exclusivamente en el dinero. Y más concretamente en la búsqueda de ganar la mayor cantidad de dinero posible de forma legal, caiga quien caiga.
Ya sea la inversión inmobiliaria especulativa, ya sea en chicharros endeudados, ya sea casándose con la rica del pueblo (es broma)... en los mercados financieros la ética, la justicia o la decencia son cualidades que sobran, mientras tus actividades permanezcan dentro de la legalidad.
Porque personalmente, ninguna de las veces que he invertido en grandes y prestigiosos valores y he perdido mi dinero, se han apiadado de mí. Nadie me ha pedido perdón por aprovecharse de mi ignorancia. Ningún bróker se ha compadecido de mis errores de operativa ni me ha devuelto una puta comisión, aún cuando la cosa ha sido injusta y tenía yo razón.
Porque en este mundo financiero, quien pretende sobrevivir o triunfar se tiene que adaptar y volverse un tiburón que se come a cualquier pececillo que pase por delante.
Esto no es el paraíso celestial en el que todos nos cogemos de la mano y compartimos nuestras ganancias mientras cantamos el Cumbayá. Los mercados financieros no son una comunidad en la que dedicar nuestros esfuerzos para que todos ganen dinero y perdonar los errores de los novatos y pardillos.
Esto es una puta selva y aquí el más listo es el que consigue sobrevivir, y los más listos son los que más ganan, y de todos es sabido que los que más ganan son las empresas más capitalizadas, por consiguiente los más rudos y desalmados depredadores son quienes dirigen las compañías de mayor capitalización. Por lo tanto, a una pequeña compañía como Urbas le queda mucho por aprender hasta llegar a alcanzar el nivel de perversidad e inhumanidad que alberga cualquier empresa del ibex35 en relación a temas financieros.
Por otro lado, los motivos por los cuales esos pocos ganan dinero y otros pierden el suyo, sobran. Quien quiere hablar de ganancias se dedica a ganar, quien quiera hablar de motivos, ... que se dedique a motivar.
Y ya le puedes llamar a esta empresa zombie, frankenstein, o muerta viviente y ya te puedes rasgar las vestiduras porque haya pillados o haya pillines. Porque bastante tiempo me ha tocado a mí ser de los pillados como para ahora tenerme que preocupar de los que pierden a mi costa.
Por cierto yo, en URBAS, ... en 2 meses ya he DUPLICADO mi inversión.
Saludos.