Has leído mi pensamiento. Estaba pensando en ti, en el foro y en Enrique Jardiel Poncela, un gran incomprendido de su época, que arrastró la imagen de chaquetero, sin serlo.
Ayer tomé pulpo en un bar. A modo de aperitivo. Pensé en ti, también ayer. Te llevo en el pensamiento estos días. Estoy algo preocupada. Cuando puedas, tenemos que hablar.
Ese pulpo no tenía la tersura del gallego y quizá hasta lo era, pero el viaje...
También llevaba patatas, aquí no cachelos, a falta de pan, estaban bien cocinadas, si señor.
Encontré un lugar pequeñito, en el que hacen un bacalao al pil pil más que decente. Repetiremos.
¿Por qué se separan tanto las líneas? Me fallan cosas, será mi manía de dar tas-tas dos veces al separador y ahora se separan mucho más que antes.
Al grano.
Que el scalping, a ratos o seguidillo es una locura, lo sabemos ya, lo aceptamos y lo practicamos con gusto y fruición. OK. Que los demás prejuzguen sin saber ni cómo te llamas, pues qué quieres que te diga. Me resulta entre absurdo y estúpido.
Solo porque no me dé la gana de publicar operaciones, no soy mentirosa. Ni es mi estilo, ni me hace falta. Si fuera a ganar más callando bocazas, probablemente lo subiría. Como no es el caso, mi privacidad es oro a este nivel.
Y mira que tengo testigos oculares de mi realidad. Pues ni por esas. La vaca miente y punto. No hay que hablar más.
Mi abuelo tenía unos papeles largos, eternos casi, con números, entradas, salidas, subidas, bajadas, y pronósticos. Gráficos, curvas, rectas, él se entendía solo y solo se hizo a sí mismo. Cuando escucho/leo que esto no funciona, que no puede funcionar, hasta me entra la risa. Creerán que me río de ellos. Nada más lejos de mi forma de ser. Cree el ladrón que todos son de su condición. Me resultan tan indiferentes que solo me producen bostezos.
El libro te irá bien. Le irá bien a cualquiera que se digne tomarse un tiempo y leerlo con calma, no es cuestión de tragar páginas, sino de seguirlas entendiendo.
Hace falta ganas de leer, eso sí. Y de eso, a la vista de las inumerables faltas que pellizcan los ojos, es una obviedad que no hay. Ganas de balbucear insultos sí, es más fácil que ponerse manos a la obra. Mientras ellos ladran, otros cabalgamos, a paso lento, al trote a veces y al galope otras. Alegría que son dos días y la mitad nos los pasamos durmiendo.
Ya no es solo que haya información en exceso, hay que saber digerirla. La práctica es necesaria, antes sin duda, como dije nada más entrar en este hilo, hay que gastarse los codos en la mesa y de eso, también hay pocas ganas. Los jovencitos quieren ganar mucho y rápido. ¡Qué peligro, qué miedo me dan! Se llevarán un primer batacazo fuerte y entonces, las prisas se convertirán en frenos... y espero que nazca la necesidad de agarrar libros como el Manual Práctico de Trading y Bolsa del gato...
Pásame la foto del disfraz, no vaya a ser que nos animemos al polbo y no te reconozcamos, jajajaa
Un abrazo estudioso
¡Sed muy felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.