Pues yo veo bien que les den un buen palo a las rentas altas. Después de todo yo no gano tanto como los afectados y voto a Podemos, así que a por ellos y que les jodan. Ya si eso, si algún día eventualmente ganara como ellos entonces la medida me parecerá fatal, una falta de equidad en toda regla y me ciscaré en los muertos de los políticos por sucios rateros depredadores y acto seguido votaré al PP. Pero sólo si me toca a mí, ¿eh? No vayamos a confundirnos, no voy yo a rebelarme contra toda falta de justicia, sólo lo que me toca a mí en cada momento, ¿vale?
Igual podemos decir del aborto, la investigación con células madre, las madres de alquiler, la financiación de la Iglesia, el impuesto de sucesiones, el impuesto de Actos Jurídicos Documentados, las inmatriculaciones de la Iglesia, y otros asuntos muy debatibles y espinosos sobre los cuales tenemos cada uno nuestra opinión formada, pero somos tremendamente capaces de adoptar la contraria, y al instante, en cuanto nos toca en algún momento dado a nosotros.
Y así se escribe la historia de España.
Aunque igual se trata de todo el género humano. Recuerdo como Barbara Bush, esposa de Geroge Bush padre (George Herbert Walker, aún vivo), cambió radicalmente de opinión sobre el veto de su marido a la investigación con células madre en cuanto se le le diagnosticó al ex-presidente de Parkinson. Resulta que la línea de investigación con células madre es especialmente prometedora para esta enfermedad.
Ay, la empatía...