Creo que Trump ha impuesto su visión empresarial en la propia economía de Estados Unidos. Todo arancel no ha sido más que para negociar un mejor acuerdo con sus principales fuentes de importación y así estabilizar en la medida de lo posible la balanza comercial.
Además, la imposición arancelaria ha sido una jugada inteligente. ¿Por qué? porque precisamente China tiene a EEUU como su mayor cliente. Y sus exportaciones, basada mayoritariamente en maquinaria han de salir de los stocks para que la economía del país asiático siga funcionando (propio de un país basado en la industrialización). Dejar de exportar sería como poner una piedra que descarrilase un tren.
Así que no sólo se ha equilibrado la balanza comercial (la balanza de EEUU ha pasado de un déficit del 6% al 4,45% en comparación con el PIB desde 2008, mientras que China no sólo no ha conseguido aumentar su superávit, sino que éste ha disminuido), se ha conseguido a su vez aumentar el poder adquisitivo del estadounidense de a pie.
¿Conclusión?, un dólar fuerte no influirá tanto en la balanza comercial como indica la lógica, y Trump lo sabe.
Respecto a Turquía, es, como ya he dicho, un motivo más para pensar que otros territorios como el europeo tienen más problemas que virtudes. El euro es una continua disputa entre países con grandes desigualdades y hasta que no se consiga estabilidad, tampoco la moneda lo tendrá.
Los inversores buscan el dólar americano por una razón, y lo seguirán haciendo mientras fuera del territorio norteamericano el ambiente sea más que hostil.
Quien sabe si veremos superávit en Estados Unidos, y una mejor posición para atacar la increíble deuda que acumula.