Recientemente llegó a mis manos el libro: DE WALL STREET A LA GRAN MURALLA: ESTRATEGIAS PARA INVERTIR EN CHINA de Burton G: Malkiel (2008).
En él, el autor hace un repaso a grandes rasgos por la historia de China a través de los siglos que sirve para presentar las peculiaridades y la singularidad del mercado chino.
A continuación expongo un pequeño fragmento del libro reproducido literalmente sobre las acciones y sus tipos.
Una característica inconfundible de la Bolsa china es la desconcertante bifurcación de acciones en las categorías de negociables y no negociables. Con la creación de la Bolsa de Shangái en 1990, las acciones cotizadas en el mercado bursátil chino moderno se consignaron en dos categorías: las acciones propiedad de inversores privados que pueden venderse y comprarse libremente en la Bolsa; y las acciones controladas por el Estado y "otras personas legales" -agencia estatal o local que participa en la propiedad de la compañía- que no pueden comprarse ni venderse en el mercado.
El mercado bursátil chino era y sigue siendo el único en el que la mayoría de las compañías cotizadas son empresas propiedad del Estado, y una gran proporción de las acciones cotizadas no pueden venderse ni comprarse. Esta estructura fue diseñada por los "padres fundadores" para garantizar al Estado mantener el control de las empresas estatales incluso después de que éstas cotizaran en la Bolsa. Hasta finales del 2006 las acciones propiedad del Estado no podían comprarse ni venderse en el mercado abierto.
Desde 1999, muchos analistas financieros chinos creen que el auge y decadencia de su mercado bursátil han estado relacionados estrechamente con los esfuerzos del Estado por reducir sus valores en las compañías cotizadas. La entrada de grandes cantidades de acciones previamente bloqueadas podría inundar el mercado y provocar una abrumadora caída de los precios. En 2005, Shang Fulin, presidente de la Comisión China Reguladora de Valores (CNMV), consiguió crear un método de compensación según el cual los propietarios de una empresa estatal recibirían una prima cuando las acciones no negociables se convirtieran en acciones negociables, aliviando de esta manera las vertiginosas caídas de valor que resultaban normalmente en este proceso. El plan de Shang dio a los titulares de las acciones negociables en Bolsa la confianza de que las acciones propiedad de Estado se liberarían y venderían de una manera gradual y siguiendo un calendario establecido; contribuyendo todo esto al crecimiento del mercado bursátil chino durante los años 2006 y 2007.
Con la conversión de las acciones no negociables en negociables, y la lenta pero constante llegada de estas nuevas acciones negociables al mercado, tanto la actividad bursátil como el mercado han empezado a crecer espectacularmente. Se llevó a cabo uno de los movimientos de privatización más importantes del mundo.
Existe toda una verdadera sopa de letras de designaciones de las acciones que sirve para indicar dónde se negocian las acciones y quién puede comprarlas:
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Acciones A: disponibles para los inversores locales. El tipo predominante de acciones disponibles para el público, representan casi un 30% del total, es el conocido como acciones A. Son acciones que cotizan en yuanes y se negocian en las bolsas de Shanghái y Shenzen. Originalmente, solo los ciudadanos chinos podían poseer acciones A, pero como veremos más adelante hay un número limitado de inversores extranjeros que actualmente también tienen acceso a ellas. Las denominaciones abreviadas para las acciones se dan en números, por ejemplo: 600028.SH. Los números identifican a la compañía y las dos letras identifican a la Bolsa: Shanghái, en este caso.
A lo largo de buena parte de la historia del mercado bursátil chino, las acciones A solían representar la participación en las compañías más pequeñas y peor gestionadas. Esta situación empezó a a cambiar en 2006, cuando el mercado de las acciones A empezó a despuntar. Preocupado por el hecho de que se estaba creando una burbuja que podía explotar justo cuando el país tenía que demostrar su moderno poder económico en los Juegos Olímpicos de Pekín, el gobierno comenzó a introducir nuevas medidas para aumentar la amplitud del mercado, reduciendo de esta manera una situación en la que mucho dinero (la mayoría procedente de las cuentas de ahorros donde los chinos habían colocado tradicionalmente sus activos) quería comprar unas acciones insuficientes, contribuyendo con ello a la subida de los precios.
Mientras que en el pasado las compañías de mayor tamaño y mejor gestionadas no podían cotizar en las bolsas nacionales y solo aparecían en los mercados extranjeros, en primavera de 2007 el gobierno intensificó las transformaciones del mercado de acciones A exigiendo extraoficialmente que cualquier compañía que quisiera cotizar en el extranjero también tenía que hacerlo en el mercado local. La esperanza es que las nuevas acciones A disponibles de estas compañías de mayor tamaño y mejor gestionadas acabaran con el exceso de liquidez y redujeran parte del frenesí especulativo que había en el mercado.
Además, los compradores de acciones a han sido, sobre todo, personas individuales más que instituciones (en USA, las instituciones poseen más del 70% de las acciones). El desarrollo de una base de accionistas institucionales es uno de los objetivos principales. Hasta 2008 los bancos y las compañías de seguros estaban legalmente limitadas a poseer solo un minúsculo porcentaje de sus activos en acciones.
2. Acciones B: disponibles para los inversores extranjeros. Estas acciones se crearon para permitir únicamente que los inversores extranjeros pudieran participar en los mercados nacionales. El objetivo era disponer de salidas para el capital de los inversores chinos que no vivían en China continental, para que así las compañías chinas tuvieran acceso a otra fuente de capital. Las acciones B se negocian en dólares de Hong Kong en la Bolsa de Shenzhen y en dólares de Estados Unidos en la Bolsa de Shanghái. Puesto que no es posible ninguna operación de arbitraje entre estos dos tipos de acciones, las acciones B y A de la misma compañía se negocian normalmente a precios diferentes (los residentes de China continental no tienen acceso a las acciones B, y los extranjeros solo tienen un acceso limitado a las acciones A). Además, el número de acciones B es pequeño y acusan bastante la falta de liquidez.
3. Acciones H: disponibles para los inversores de Hong Kong. La incapacidad de las acciones B por atraer el capital internacional llevó al gobierno en 1993 a permitir la creación de las acciones H. Éstas representan a las compañías de China continental registradas en Hong Kong y que cotizan en la Bolsa de Hong Kong; incluyen a compañías propiedad del Estado que han sufrido una importante reestructuración que satisface los requisitos para la emisión internacional de acciones. El gobierno chino ha de dar su aprobación para que una empresa propiedad del Estado pueda cotizar internacionalmente, y en general las compañías que cotizan en Hong Kong son muy fuertes, y han sido seleccionadas para mostrar compañías chinas en la escena internacional. Las acciones H se negocian en dólares de Hong Kong y las denominaciones abreviadas son en números (0386.HK). Los residentes chinos no pueden convertir libremente yuanes en dólares de Hong Kong, con lo cual se les ha negado la oportunidad de comprar acciones de algunas de las compañías más importantes y rentables de China. Esta situación empezó a a cambiar en 2006 y 2007 cuando el gobierno permitió a las grandes compañías, como el Banco de China y China Life, que cotizaran tanto en China continental como en las bolsas internacionales.
Además, en Hong Kong se negocian lo que se conocen como acciones Red Chip. Son compañías registradas en Hong Kong que tienen un accionista corporativo de China continental con un mínimo de 35% de las acciones. En muchos casos son cotizaciones "encubiertas". Una compañía china no cotizada compra una compañía cotizada en Hong Kong relativamente inactiva e introduce activos continentales en la matriz de Hong Kong. La Red Chip se convierte entonces en un tipo de empresa tenedora con acceso a financiación internacional, que puede utilizarse como un vehículo de adquisición de activos chinos. Todas las acciones negociables en Hong Kong están disponibles para los inversores internacionales.
4. Acciones N: acciones chinas negociadas en Estados Unidos. Algunas de las compañías chinas más potentes han sido elegidas por el gobierno chino para registrarse en la Securities and Exchange Comission de Estados Unidos y cotizar en este país. Son compañías consideradas como lo mejor de los mejor, lo bastante fuertes y rentables como para satisfacer los requisitos de cotización de las bolsas norteamericanas. la negociación tiene lugar normalmente en la Bolsa de Nueva York, o bien, especialmente, en las compañías de alta tecnología, en el mercado NASDAQ, de aquí el nombre de las acciones N. Se denominan en letras en las bolsas de USA (SNP para Sinopec).
Estas acciones se negocian normalmente como Recibos de Depósito Estadounidenses (American Depositary Receipts, ADR), lo que significa que las negociaciones se realizan en dólares de Estados Unidos; los dividendos se pagan también en dólares americanos. Los ADR son con frecuencia paquetes de acciones; las empresas extranjeras normalmente combinan o reúnen varias acciones y éstas cotizan como un ADR en una bolsa norteamericana. por ejemplo una acción de Sinopec (SNP) negociada en Nueva York representa a 100 acciones cotizadas en Hong Kong. Esto se hace para que resulte más atractiva la cotización; cuando una compañía extranjera cotiza en la Bolsa de USA quiere parecer lo más atractiva posible, puesto que las acciones de muchas compañías extranjeras son muy baratas, la sensación es que la cotización con acciones individuales crearía la impresión de una compañía pequeña y poco fiable. Por eso se agrupan para cotizar formando un ADR.
Y todo el resto: acciones cotizadas en otras bolsas internacionales. Algunas de las compañías chinas con permiso para cotizar internacionalmente han decidido evitar Nueva York y han optado por la Bolsa de Londres (acciones L), la Bolsa de Tokio (acciones T) o la Bolsa de Singapur (acciones S). Aunque disponibles para todos los inversores internacionales, éstas cotizan respectivamente en libras esterlinas, yenes japoneses y dólares de Singapur. Cotizar en lugares diferentes de Nueva York permite evitar los costes de cumplir con los requisitos de la SEC y de Sarbanes-Oxley, que para algunas compañías son cada vez más onerosos.