El PEG
Al PER, uno de los ratios más populares para valorar a las compañías, le ha salido un serio competidor. Se trata del PEG, cuyo cálculo va un poco más allá al considerar, no sólo el beneficio, sino el crecimiento esperado del beneficio. Es decir, que a diferencia del PER, este “primo hermano” tiene en cuenta la variable del aumento futuro en los resultados. Ahora que las empresas comienzan a levantar cabeza tras dos duros años, el PEG se hace imprescindible para tomar decisiones de inversión; eso sí, siempre que se tomen períodos de tiempo largos.
La mayor parte de los inversores confían en el PER (price/earnings ratio) a la hora de valorar a las compañías en las que piensan colocar su dinero, ya que gracias a él se puede saber si se está pagando mucho por una empresa o si es un valor atractivo para entrar. Pero el PER se queda algo “corto” al considerar las ganancias netas de la empresa durante un año.
“Algunos inversores analizan el ratio en función de las ganancias de los últimos doce meses, mientras que hay otros que prefieren hacerlo en relación al año vigente y, en otros casos, lo calculan de acuerdo a las ganancias esperadas para los próximos doce meses”, explica Andres Cardenal, de la Sala de Inversión América de Saxo Bank. De este modo, al tiempo que se puede comparar una compañía con otras de su mismo sector, el inversor calcula el tiempo que tardará en recuperar la inversión en función de las ganancias de la empresa.
Pero este enfoque admite que las ganancias son constantes, “un supuesto muy alejado de la realidad de los mercados, ya que estos miran permanentemente hacia el futuro y no hacia el pasado”, comenta Cardenal. Y aquí es donde el PEG (price/earnings to Growth) cobra protagonismo, al considerar el crecimiento futuro de los beneficios, un futuro que suele ser de al menos cinco años para evitar que los datos “estén por un año de crecimiento excepcional y que no vuelvan a repetirse”.
Así, cuanto menor sea el ratio, mejor será para el inversor puesto que lo que busca es pagar poco por los títulos de una compañía cuyos beneficios van a aumentar. Es decir, se busca un PEG bajo y una tasa de crecimiento elevada.
EL CASO GOOGLE
Nada mejor que un ejemplo para entenderlo. Google y Yahoo! son dos empresas que operan en el mismo sector y son claros competidores, por lo que se les puede aplicar los dos ratios, el PER y el PEG, para compararlas. Las dos principales compañías de publicidad on line del mundo, generan su negocio del mismo modo, pero la primera lidera el mercado con cerca de un 70% de cuota, una posición que la segunda intenta conseguir tras su alianza con Microsoft.
A pesar de ser una compañía mucho más grande y rentable que Yahoo!, Google cotiza a un ratio PEG mucho menor (0,92 frente a 1,7). “Excepto que la nueva alianza con Microsoft logre resultados realmente asombrosos como para modificar fuertemente la posición competitiva en la industria, todo indica que a los valores actuales Google representan una mejor inversión de largo plazo que Yahoo!”, aclara Cardenal.
Sin embargo, el PEG tiene una desventaja, ya que su uso es algo dudoso para empresas con crecimiento muy elevado o con poco crecimiento. Tampoco hay que olvidar que se calcula con previsiones de resultados futuras, las cuales pueden variar considerablemente de unos analistas a otros. Lo que hay que considerar es que si una acción tiene un PEG igual o menor que 1 significa que tiene una infravaloración fundamental, mientras que si el PEG superior a 1 se podría decir que está sobrevalorada.
Sacado de INVERTIA.COM