De la carta trimestral de Horos
La empresa canadiense Brookfield Property Partners (“BPY”) es una de las mayores gestoras de activos inmobiliarios del mundo. La entidad es propietaria, opera y desarrolla una enorme cartera de, entre otros, oficinas, centros comerciales, viviendas multifamiliares, inmuebles industriales, hostelería o residencias de estudiantes.
La compañía ha sufrido una importante corrección bursátil este año (del c. 65%), causada, como no puede ser de otra manera, por el gran impacto de la pandemia del covid-19 en la ocupación y uso de sus activos.
A esto hay que añadir el temor del mercado a la fuerte exposición que tiene BPY a centros comerciales, donde se han sucedido las quiebras y cierres los últimos años, por los cambios en el patrón de consumo de la población (comercio electrónico).
Pese a esto, pensamos que BPY arroja una interesante ventana de oportunidad para invertir en ella en estos momentos.
¿Los motivos? Por un lado, la cartera de centros comerciales de la compañía es de elevada calidad y se ha ido adquiriendo a precios muy atractivos (véase, por ejemplo, la adquisición de General Growth Properties). Por otro, BPY está controlada (51% del capital) por Broofield Asset Management (“BAM”), una de las mayores gestoras del mundo de activos alternativos y, posiblemente, uno de los mejores equipos asignando el capital de sus empresas.
En el caso de BPY, esto se traduce en adquisiciones generadoras de valor, elevados pagos de dividendo y recompras de acciones con elevado descuento sobre NAV (Valor Neto de los Activos). Como muestra de ello, el 2 de julio BPY anunció la oferta de recompra de acciones propias por el c. 8% del capital de la compañía.
En definitiva, invertir en BPY implica comprar una cartera de activos global y diversificada con un elevado descuento sobre su NAV (del 70% en los mínimos de cotización) e ir de la mano de excelentes gestores de capital, que tomarán las medidas necesarias para reducir este descuento y destapar el valor de esos activos.