Las pérdidas eran generalizadas en Europa y Wall Street, aunque era el Ibex el índice que más retrocedía junto con la Bolsa de Milán (-3,9%). París cede un 2,6%, Francfort un 2,4% y Londres un 2,3%.
Pese a la urgencia del momento, la falta de acuerdo entre los socios comunitarios en la cumbre sobre el atolladero griego está espantando a los mercados. La salida griega del euro ha dejado de ser tabú en los mentideros europeos. Así, La salida griega del euro ha dejado de ser tabú en los mentideros europeos.
Así, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayraul, ha señalado hoy que una salida del euro por parte de Grecia “sería una catástrofe en primer lugar para los griegos, pero también afectaría al resto de países, por lo que a los griegos les interesa que la cuestión se trate con responsabilidad, justicia y franqueza, pero también a los alemanes y a todos los europeos".
También hoy se conocía que los países de la zona euro deberán preparar planes de contingencia individuales para encarar una posible salida griega del euro, unos planes confirmados por el ex primer ministro heleno Lucas Papademos. Pese a todo, los líderes europeos presionaron sobre la importancia de que Grecia permanezca en la disciplina del euro al tiempo de que debe asumir sus compromisos.
La banca encajaba fuertes pérdidas, con BBVA cediendo un 4,2%, Santander un 3,2%, Bankinter un 3,1%, Bankia un 2,6%, Sabadell un 2,5% y CaixaBank un 1,7%. Sin embargo, los mayores retrocesos eran para Sacyr (-9,6%), Abengoa (-6,9%) y Gamesa (-6,2%).
Ningún valor cotizaba en positivo, aunque las pérdidas eran más limitadas para Mediaset (-0,3%) e Inditex (-1,3%).
El euro caía hasta los 1,2584 dólares. El análisis técnico de Citigroup avisaba de que una ruptura del soporte en los niveles de 1,256 dólares podría arrastrar a la moneda única a la zona “de mayo-junio de 2010, cuando la moneda europea alcanzó un mínimo reciente de 1,1915 dólares”.
Tras la mejoría de ayer, la prima de riesgo volvía repuntar con fuerza y se situaba en los 483 puntos básicos. La rentabilidad del bono español a diez años se situaba en el 6,22%, mientras que el bono alemán volvía a servir de refugio ante la tormenta europea y rentaba en un mínimo 1,39%.