Es curioso; ayer el euro iba a estallar en mil pedazos y ahora los inversores se dirigen a España e Italia. Ni estábamos tan mal ni Estados Unidos tan bien. Pero es una apuesta muy arriesgada, porque si Estados Unidos impaga no habrán refugios bursátiles que valgan; porque se desataría una ola deflacionaria de gigantescas proporciones. Los chinos están preocupados, así como el Banco Mundial o el FMI. En cualquier caso, el desatino de los políticos norteamericanos va a sentar cátedra (cualquiera se mete con Rajoy, ahora).
Personalmente, creo que todavía le pueden dar algunas patadas al balón vía QE, LTRO o lo que sea hasta que todo esto pete. Pero como siempre sucede en estas cosas, dependerá en gran medida de la voluntad de los políticos.
Un abrazo amigo!