El pasado viernes el pib americano le dio un vuelco al mercado en un momento que el pesimismo empezaba a hacer mella en los índices, de lo contrario se hubieran visto nuevamente los mínimos de junio, no obstante un dato malo pero menos malo de lo esperado, junto con una encuesta de la Universidad de Michigan también peor de lo previsto, sumados por aquello que menos más menos, es igual a más, el resultado es que los mercados se dieron la vuelta con una noticia menos mala y otra mala, todo esto aderezado con las palabras de Bernanke diciendo que tomará medidas "no convencionales" si fuera preciso reactivar la economía (?), dicho de otra manera interpreto; haremos lo que haga falta, de lo que se puede deducir que la deuda si es necesario seguirá creciendo, en consecuencia inflación para arriba, consumo para abajo, de lo que deduzco que este viernes pasado los mercados se aplicaron otra dosis de morfina a sabiendas que a medio plazo la situación irá a peor, pero las palabras de Bernanke surtieron el efecto necesario para a corto termino enderezar el mercado, pero la realidad que es muy obstinada volverá a poner a prueba los nervios del mercado y hacerle dudar nuevamente cuando haya pasado el efecto. El próximo dato de desempleo será crucial para la marcha de los mercados, entre tanto los índices ganarán altura hasta la publicación de algún dato macro que el mercado de por malo. Desde finales de mayo a esta parte las oscilaciones de tendencia han aumentado, los optimistas lo han visto como una oportunidad de compra los pesimistas como una oportunidad de salida, ambos están convencidos de ganar la batalla, pero cada vez quedan menos contendientes, las deserciones van en aumento los fondos de inversión tienen un saldo negativo creciente respecto a primeros de año... mal panorama para la bolsa, saludos.