Estoy de acuerdo conque las malas perspectivas son esenciales para que pueda haber recuperación, pero no es lo único que hace falta. Es necesario sentar las bases de la recuperación.
El mercado se vino abajo a inicios del 2009 por el estallido de la burbuja inmobiliaria y el problema de los activos hipotecarios tóxicos. Se recuperó mediante la inyección masiva de liquidez en los bancos y la recompra por parte del estado de gran cantidad de esos activos. Fue un cierre en falso, porque no ha eliminado la trampa de liquidez, los activos siguen vivos, solo que a cargo del contribuyente, y el mercado inmobiliario aún está lamiéndose las heridas, que aún sangran en forma de la ilegalidad de las ejecuciones hipotecarias (foreclosures).
El mercado se vuelve a venir abajo en mayo del 2010 por la crisis de deuda soberana. Se recuperó mediante la compra masiva de deuda soberana por el BCE y la creación del fondo de rescate. Fue un cierre en falso porque el problema de la deuda no se ha solucionado, y está aguardando a repuntar en cualquier momento, como han mostrado los recientes problemas de Irlanda.
En el fondo ambos problemas no fueron mas que manifestaciones del mismo, mala deuda disfrazada como buena. Pero la deuda continúa ahí envenenando la situación. Una deuda que es imposible pagar. Las soluciones han consistido en darle una patada a la lata para encontrarla más allá en la carretera, como dicen los americanos.
¿Es posible continuar así, dándole otra patada a la lata? En mi opinión no. Igual que un banco es feliz de prestarte la luna mientras hace sol y tu situación es tan buena como para ir haciendo los pagos y abonar los intereses, cuando llueve y tienes problemas el banco no te dejará ni un duro. La situación económica no permite darle una patada a la deuda hasta dentro de diez años. De hecho mejorar la situación de manera keynesiana requiere aumentar la deuda una barbaridad y los mercados ya han dicho que no están dispuestos al menos en el caso de muchos países entre los que se encuentra España. El síntoma es que la lucha contra el déficit toma precedencia sobre los estímulos económicos.
Volviendo a lo de las perspectivas, para que la situación pueda finalmente mejorar de manera sostenible, las perspectivas tienen que empeorar hasta el punto de que todo el mundo asuma las consecuencias de cancelar la deuda de una forma u otra. USA ha elegido intantar cancelarla empapelándola y se está dedicando a imprimir con alegría. Su situación económica va a empeorar de manera importante en la medida de que sean capaces de conseguir suficiente inflación para afectar a la deuda, porque la inflación empobrece y debilita el tejido económico, y si se les va la mano, el shock de una hiperinflación pondría en peligro la continuidad del dólar como moneda de referencia. El experimento no se ha intentado nunca en USA, y el record de la Fed en solucionar problemas no es muy bueno. Hay quien incluso piensa que la Fed está a sueldo de Wall Street.
Europa ha decidido tomar la vía de la austeridad, pero tampoco hay salida fácil por ahí. La deuda no se puede pagar subiendo impuestos y recortando gastos, porque ambas cosas contraen el PIB y por lo tanto reducen la capacidad de pagar la deuda en la misma medida. Varios países europeos se dirigen de forma decidida hacia la bancarrota, lo que va a poner a prueba la viabilidad del euro.
Cuando veamos que el problema de la deuda se empieza a solucionar las perspectivas que provocará serán horribles. Nuestros colegas argentinos saben de ello. Pero entonces habrá razones para empezar a ser optimistas, porque habremos dejado atrás lo peor, aunque en la calle no haya todavía ningún síntoma.
Un saludo