OHLA obtuvo un beneficio neto de 5,5 millones de euros en 2023, lo que supone dejar atrás las pérdidas de 96,8 millones de euros que se anotó un año atrás por atípicos, al mismo tiempo que registró el resultado bruto de explotación (Ebitda) más alto desde 2015.
Las ventas alcanzaron los 3.131,5 millones de euros, un 9,3% más, sin contar en esta cifra los ingresos de su división de Servicios, una actividad que en estos resultados se presenta como interrumpida al haber sido puesta en venta, según informa en su cuenta de resultados.
El 77% de la cifra de negocio procedió del extranjero, con una distribución del 33,7% en Norteamérica, un 19,6% en Latinoamérica y un 45,7% en Europa. El Ebitda se incrementó un 22,9%, hasta situarse en 126,1 millones de euros, al mismo tiempo que el Ebit se multiplicó por más de dos, hasta los 90,7 millones, con un crecimiento del 132,6%.
La compañía cerró el ejercicio 2023 con una contratación total de 4.120,4 millones de euros, disparando la cartera total a los 7.781,5 millones, lo que representa un crecimiento del 21,3% con respecto a 2022.
En el plano financiero, OHLA finalizó el año con una posición total de liquidez de 814,9 millones, comparando favorablemente con los 701,7 millones de euros de final de 2022, con una caja generada por la actividad de 103,1 millones, antes de inversiones y desinversiones.
Con todo ello, la compañía ha cumplido los objetivos anunciados al mercado para el ejercicio 2023, ya que esperaba unas ventas de 3.400 millones y que finalmente han sido de 3.597 millones de euros --sumando los 466 millones de Servicios--.
Por su parte, el Ebitda alcanzó los 137,1 millones de euros --incluyendo los 11 millones procedentes de Servicios--, por encima del objetivo de 125 millones, y la contratación total ascendió a 4.494,6 millones --374,2 millones de Servicios--, cerca de 900 millones más frente a los 3.600 anunciados en febrero de 2023.
La compañía defiende estar impulsando su área de concesiones, tras reforzar esta línea de actividad con la adjudicación en Chile del Instituto del Cáncer, que se suma a otros proyectos concesionados en este país, en Colombia y en España