Las tres organizaciones agrarias de implantación estatal (Asaja, UPA y Coag) y las cooperativas agoalimentarias y asociaciones de la industria aceitera (Anierac, Asoliva e Infaoliva) han denunciado ante los ministerios de Medio Ambiente e Industria y ante la comisión de Competencia la existencia de ventas a pérdida de aceite en la gran distribución. Productores e industriales no se explican que los aceites de oliva y girasol puedan tener un precio al consumidor más barato que el de venta de la industria, y menos aún que el de las almazaras en origen. El sector reclama que se aplique la normativa contra la venta por debajo de coste.
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Según los datos elaborados por UPA en Andalucía, de acuerdo con las cotizaciones de los mercados en los últimos meses, el coste mínimo neto de un kilo aceite de oliva no virgen al consumo, contando con el beneficio de las industrias y los márgenes de la distribución, se situaría en 2,28 euros por litro. La UPA, que ha denunciado a Lidl y a Alcampo, asegura que se está ofreciendo aceite de oliva al consumidor hasta a 1,57 euros litro, y a menor de 1,8 euros con una amplia gama de marcas del fabricante o distribuidor. En el caso del aceite de girasol, frente a unos precios en origen de hasta 1,20 euros por kilo, se está comercializando, con IVA incluido, a un euro por litro.
El sector denuncia ante Competencia la existencia de practicas continuadas en la gran distribución de ventas por debajo de costes, prohibidas por la legislación actual. Es una situación que ya se ha denunciado reiteradamente en los años precedentes a Competencia, sin que hasta ahora se hayan tomado medidas. Las organizaciones persiguen que Medio Ambiente e Industria apoyen la petición de que se abra un expediente de investigación.